León.- La plaza de toros La Luz estuvo en modo “adamemanía” al celebrarse la tradicional Corrida Guadalupana, con un cartel muy especial: el aguascalentense Alejandro Adame tomó la alternativa de manos de su hermano Joselito, y de testigo fungió Luis David.
El encierro de la ganadería guanajuatense de Begoña, difícil y con escaso fondo, representó un reto para los tres integrantes de la dinastía, en particular el abreplaza, que cobró el noviciado al recién alternativado Alejandro, de blanco y oro.
“Guadalupano”, un cárdeno bragado de 483 kilos, fue recibido por verónicas. Fue bravo al caballo y el novel matador hizo quites por chicuelinas; su hermano mayor Joselito le cede los trastos y Alejandro brinda su primera faena a sus padres.
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Toro de lenta embestida, con poco fondo, que exige al matador irlo llevando muy toreado. Le hizo varias sreies por ambos pitones y culminó la faena con manoletinas. Por desgracia, pinchó recibiendo y escuchó un aviso. Palmas y saludo en el tercio.
El mayor de la dinastía (3 orejas)
Joselito Adame, de obispo y oro, toreó a “Macareno”, cárdeno salpicado de 510 kilos. Joselito está en gran momento y lo ratificó ante el lleno en La Luz. Recibió con verónicas en el tercio, rematadas con larga. Cuajó una faena por ambos pitones, dejando mando y torería en series largas y templadas; inició con la derecha, por ese lado el toro hacía extraños, cambió de mano y emocionó al público.
Media estocada recibiendo, y obtiene la primera oreja de la tarde.
En su segundo, Joselito Adame realizó una faena cumbre. Recibe a “Zapopano”, cuarto de la tarde, negro bragado de 526 kilos. Es el mejor toro del encierro hasta el momento y el diestro no desperdicia.
El toro va bravo a la vara; en el quite, Joselito se adorna con caleserinas. Inicia la labor de muleta con estatuarias en el tercio. Administra la faena por ambos pitones, dando tiempo justo para que el toro se reponga.
Mata de una estocada recibiendo; caída pero fuluminante, y recibe dos orejas. El toro es ovacionado y merece arrastre lento.
Luis David, valor y tesón (1 oreja)
Verde bandera y oro vistió el segundo de la dinastía Adame para esta fecha especial. Le tocó el peor lote, ante lo cual demostró una gran capacidad y técnica.
Recibió en tablas al tercero de la tarde con afarolados de rodillas, y dio varierdad al saludo con el capote. “Pilarico” de 490 kilos, castaño, paliabierto, fue bravo al caballo.
Entre los tres hermanos hicieron el quite por colleras, una suerte no vista en mucho tiempo en la plaza local. Y también los tres compartieron el segundo tercio, colocando cada uno un par de banderillas.
Luis David inició con cambiados en el centro del ruedo, y con temple fue suavizando las embestidas ásperas del toro. Predominó la faena derechista, pues el animal no respondía bien por naturales. Pinchazo, estocada y descabello. Ovación en el Tercio.
En su segundo, quinto de la tarde, Luis David ejecutó una faena tesonera y de valor. “Sanjuanero”, de 500 kilos, fue lento y de bajo fondo, al que le costaba embestir y humillar. Compartió quite con el menor Alejandro, y nuevamente colocaron banderillas entre los tres. Inició su faena de rodillas en las afueras, con tres cambiados. Mató recibiendo, con tres cuartos de estocada. El juez le otorgó una oreja.
Hay torero (dos orejas)
El recién doctorado enfrentó al cierraplaza “Candelario”, zaino de 500 kilos, recibiendo con una serie de verónicas. Quite de Joselito por gaoneras y de Alejandro por zapopinas.
Fue un toro con gran empuje, que llegó entero al tercer tercio, y con el que Alejandro pudo mostrar mejor su tauromaquia, ya que el abreplaza no había colaborado. El animal lo agarró mal parado y lo embistió aparatosamente; regresó al ruedo y firmó una actuación tesonera, matando de gran estocada, entera, para cortar dos orejas.
Al público leonés le tocó ver una tarde de alternativa triunfal para un matador de toros que promete llegar a donde ya están colocados sus dos hermanos. La plaza se llenó y los asistentes vieron satisfechas las expectativas de una tarde completa.
cv