ESPECTÁCULOS

El papá de Santa Fe Klan se endeudó para que el rapero se volviera una estrella

A veces andaba en moto, a veces en bicicleta y a veces a pie. Así se iba hasta Silao cuando trabajaba para Correos de México. Se esforzaba diario para llevar el pan a la mesa, pero decidió arriesgarlo todo por Santa Fe Klan

Escrito en GUANAJUATO el

Guanajuato.- Para que Santa Fe Klan se convirtiera en una estrella pasaron muchas cosas: se puso a la vista de la gente en internet, cantó en la calle y se esforzó, pero antes de eso estuvo su papá. Ricardo Quezada, el nombre del papá de Ángel Quezada, se endeudó para poder comprar su primer equipo de música. Le compró un micrófono y le armó un estudio.

Ese primer regaló no es novedad. El mismo rapero lo platicó en una entrevista con Franco Escamilla que su padre le regló un micrófono, el mismo que lleva tatuado en el brazo.

También, en aquella plática, dijo que Ricardo Quezada le ayudó a crear su primer estudio de grabación de manera austera, pero la falta de recursos nunca frenó sus sueños.

Todo eso se sabe, lo que no se sabe es cómo. El papá de Santa Fe Klan se endrogó, platicó a La Silla Rota un colega suyo de cuando el señor Quezada era cartero.

A veces andaba en moto, a veces en bicicleta y a veces a pie. Así se iba hasta Silao cuando trabajaba para Correos de México. El esposo y padre de dos hijos se esforzaba diario para llevar el pan a la mesa, pero decidió arriesgarlo todo por Santa Fe Klan.

Pidió prestamos al banco, al ISSSTE y a cajas populares para que su hijo menor pudiera estar un paso más cerca de su sueño. Pero no fue como lanzar una moneda al aire “a ver que cae”, todo lo hizo con una corazonada: la de que el talento de Santa Fe Klan lo iba a llevar lejos en la vida.

Y así sin dinero, después de ser cartero 30 años renunció a su trabajo. Tenía 47 años y el hoy rapero era entonces solo un adolescente del barrio Santa Fe que deseaba ser músico algún día.

A nadie le sorprendió su decisión, el impulso del señor Quezada no fue extraño para sus colegas, comenta su compañero, era un hombre “echado pa’ delante” dice él.

“Ese Ricardo tenía una actitud muy positiva. No dejaba nada pendiente”, recuerda sobre su amigo.

Con sus ahorros y el dinero que le quedaba mejoró el austero estudio de grabación de Santa Fe Klan.

"Al principio lo tenía con puras cortinas y después tenía el estudio en la azotea de mi casa porque estaban construyendo, me las arregle allá arriba. Ya después mi jefe me hizo este estudio en mi cuarto, él me ayudó, y ahí fue donde grabamos las primeras rolas”, contó Santa Fe Klan en la entrevista para Franco Escamilla.

Al final no fueron el micrófono, ni el estudio, los escalones por los que subió el rapero para ser lo que es hoy, sino el sacrificio de su papá Ricardo Quezada.

PR