Guanajuato.- Las autoridades detectaron que en el municipio de Pénjamo existe un cártel de las drogas que domina la plaza y que amenaza con expardirse: el Cártel Gente Nueva Salazar. Son poderosos, son despiadados y ahora quieren meterse a León.
Esta organización de narcotráfico tiene cinco años operando en las comunidades de Pénjamo y en la sierra, con tráfico de drogas, robo de combustible, extorsiones y asaltos. Los criminales conocen los caminos de tierra de Pénjamo y se esconden en las comunidades en la sierra.
El municipio de Pénjamo tiene 507 comunidades, distribuidas en la sierra, y en territorios de difícil acceso. Eso complica la vigilancia de la policía y la presencia del Estado.
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El Cártel de Gente Nueva Salazar aprovechó las dificultades de acceso para asentarse en el territorio y dominar la plaza. Sus pistoleros también tienen presencia en Huanímaro, Pueblo Nuevo, Abasolo y Cuéramaro, según un documento de Guacamaya Leaks (el expediente que reveló los archivos secretos del Ejército Mexicano). Los mismos documentos de Guacamaya reconocen que ahora se están metiendo al municipio de León, en las colonias populares.
Una fuente de alto nivel gubernamental afirmó que los gatilleros de Gente Nueva Salazar son los amos y señores de Pénjamo y de los territorios aledaños, sin que nadie pueda frenarlos.
Gente Nueva Salazar tiene su origente en el Cártel de Sinaloa, cuando Joaquín El Chapo Guzmán, Juan José Esparragoza Moreno “El Azul” y “El Mayo” Zambada, tenían el control en gran parte de el país. Uno de los brazos armados del Cártel de Sinaloa era Gente Nueva, pero después hubo una escisión que comenzó a autodenominarse Gente Nueva Salazar, la organización que llegó a Guanajuato y se quedó en municipios que colindan con Michoacán. Los principales líderes históricos son Adán Salazar Zamorano y Crispín Salazar Zamorano, capos con fuerte presencia en Sonora y Chihuahua, y que eran pistoleros a las órdenes de Joaquín El Chapo Guzmán.
De hecho esta organización ha conseguido que ni el Cártel de Santa Rosa de Lima, ni el Cártel de Jalisco Nueva Generación puedan meterse a su territorios. Las autoridades han detectado que los criminales de Gente Nueva Salazar han construido base social en las comunidades y presionan a los gobernantes para que les permitan seguir trabajando y operando en los pueblos cercanos a Michoacán.
En el año 2020, en la comunidad de Parácuaro, Acámbaro, los investigadores detectaron por primera chalecos anti balas con las siglas: GNS, que significa Gente Nueva Salazar. Y en varios momentos las autoridades han encontrado mantas que son firmadas como esta organización que tuvo fuertes nexos con el Cártel de Sinaloa.
Los narcotraficantes de Gente Nueva han sido detectados en la cabecera municipal de Pénjamo, y en las comunidades de Santa Ana Pacueco, Laguna Larga de Cortés, Estación Pénjamo, La Estrella, Churipitzeo, Los Ocotes, La Calle, Potreros y Buena Vista de Cortés.
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Dos organizaciones fuertes disputan primordialmente el mercado de las drogas en el Estado de Guanajuato: El Cartel de Santa Rosa de Lima (de Villagrán) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (de Guadalajara). Sus principales líderes, José Antonio Yepez Ortiz, El Marro (encarcelado desde el año 2020), y Nemesio Oseguera, El Mencho (uno de los hombres más buscados de México), mantienen una guerra desde el 2017, por el contro del territorio guanajuatense.
Estas dos organizaciones criminales, sin embargo, no han podido establecerse en Pénjamo, y en los límites con Michoacán, porque ahí mantienen el control los pistoleros de Gente Nueva Salazar.
MM