MIGRACIÓN

“Nos subimos a ‘La Bestia’ porque Migración nos extorsiona”: venezolano

El venezolano Édgar recibe un plato con lentejas y arroz blanco y agradece porque es su primera comida del día, a las 4:00 de la tarde. Los migrantes comen una vez al día, si tienen suerte

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Escrito en GUANAJUATO el

Irapuato.- El venezolano Edgar Álvarez se para a un lado de la vía de ferrocarril y lanza una frase contundente: ”Nosotros tenemos que subirnos a La Bestia porque no tenemos para pagar las extorsiones de los agentes de migración mexicana”.

En este viaje ha pagado dos veces, afirma: “Te subes al autobús y te piden 1,000 pesos los de Migración”, afirma el migrante, varado en Irapuato, ante la suspensión de rutas de trenes de Ferrocarriles Nacionales

Una crisis migratoria impacta en casi todo el territorio mexicano.  Todo los días están llegando entre 1,000 y 1,500 venezolanos al estado de Guanajuato, informó Anahí Libanesa, encargada de la asociación civil Amigos del Tren que da alimento, medicina y ropa a los migrantes sudamericanos y centroaméricanos. Antes llegaban 200 o 300 personas por día, pero ahora son hasta 1,500 migrantes, desde hace como un año.

“Vienen principalmente de Venezuela, pero también hay de Honduras y Guatemala. No traen dinero, ni comida. Nosotros les damos una comida al día”, explica Anahí.

Crédito: La Silla Rota

Este miércoles más de 2,000 migrantes venezolanos se quedaron varados en las vías del ferrocarril de Irapuato. Ellos estaban en un campamento en Lechería, en la Ciudad de México, en donde había casi 4,000 personas, y se subieron a La Bestia para llegar hasta Guanajuato. Este miércoles, hicieron una pausa en su ruta, junto a las vías. Ellos están es espera de que Ferrocarriles Nacionales reactive los viajes para poder llegar a Torreón, y después a Ciudad Juárez. Algunos de ellos tienen una cita migratoria en Estados Unidos y deben llegar en una fecha específica para iniciar sus trámites migratorios, pero cruzar México ha sido muy complicado.

“Tuvimos que dar dinero en el sur, al subirnos al autobús, los agentes de Migración piden 1,000 pesos por persona para dejarnos viajar por México. Nosotros no tenemos dinero, en todo el viaje nos paran y nos quitan dinero. En la Ciudad de México le quitaron 100 dólares a un compañero”, dice Edgar Álvarez migrante venezolano.

Crédito: La Silla Rota 

En ese momento, Edgar recibe un plato con lentejas y arroz blanco y agradece porque es su primera comida del día, a las 4:00 de la tarde. Los migrantes comen una vez al día, si tienen suerte. A veces Edgar come cada dos días y una vez estuvo tres días sin comer. 

Crédito: La Silla Rota 

“A nosotros nos gustaría irnos en autobús a Estados Unidos, pero no nos alcanza el dinero. Aparte tenemos que pagar la extorsión de la migración mexicana, que si no les damos dinero nos regresan a Guatemala. Por eso nos subimos a La Bestia porque no tenemos para pagar el viaje y menos para la corrupción”, dice.

En Venezuela, Edgar tenía diversos trabajos y podía mantener a su familia. Pero en los últimos años, ya ha sido muy difícil pagar la despensa, por lo mismo tomó la decisión de dejar su país y buscar la aventura norteamericana.

Los migrantes venezolanos instalaron un campamento en la avenida Solidaridad de Irapuato para descansar. Ahí algunos aprovecharon para dormir en el suelo y comer lo que les regalan los habitantes de la ciudad. 

Crédito: La Silla Rota 

“Las autoridades son crueles”

La señora Heidi Castillo lleva 4 meses en México, tratando de llegar a la frontera, pero apenas va en Irapuato. “Nos hemos encontrado a personas de todo tipo, buenas y malas, hay quienes nos han ayudado y hay quienes nos han cerrado la puerta”, dice afligida Heidi, quien viaja abordo del tren de carga.

Crédito: La Silla Rota 

Heidi viaja con sus dos hijos, una niña de 7 años y un hijo de 15 años. “Las autoridades mexicanas son crueles”, dice la señora. “El Gobierno de México se porta mal, la Migración, el gobierno es el mismo cartel”, afirma.

Miles de venezolanos viajan por México, sin papeles, y sin dinero.

Heidi y sus dos hijos.
Crédito: La Silla Rota

Migración lo que hace es bajarnos y dejarnos más abajo. Nos agarra en la frontera del norte, y nos baja a Chiapas”, explica Heidi. “Y se nos hace más difícil, es ahí por lo que está difícil, es por eso que llevo cuatro meses, nos agarran y no llevan hasta Tapachula, me devuelven y vuelvo a hacer los pasajes para volver a subirme”, explica Heidi a La Silla Rota.

Los migrantes no saben cuándo llegará el siguiente tren de carga. Cada tres o cuatro horas, pasa un tren de transporte, pero no se detiene, ya que está en tránsito local. Ellos esperan a La Bestia, el ferrocarril que los llevará hacia EE.UU.

Crédito: La Silla Rota 

Un futbolista profesional en La Bestia

Joshman Hernández jugaba de volante en la Segunda y Primera División de Venezuela y tenía futuro como jugador, pero el dinero ya no alcanza. Un jugador del Trujillanos de Venezuela ahora busca cruzar la frontera para ver si hace pruebas en la MLS.

Joshman era titular en el equipo. Jugó 107 partidos como titular y tiene talento. Sus compañeros de viaje afirman que es un tremendo jugador de futbol. Por lo mismo sí tiene probabilidades de triunfar en la MSL, pero primero debe cruzar México y el río Bravo.

Joshman Hernández quiere seguir triunfando en el futbol, pero ahora en EE.UU.
Créditos: La Silla Rota

El joven futbolista es originario de Valera estado de Trujillo, Venezuela. 

Llevaba 4 años de jugar en la ligas profesionales de Venezuela , aunque jugaba en tanto en la primera como en la segunda, pero no pudo mantener su sueño de seguir jugando en su país natal. Sueña con llegar a Estados Unidos y seguir jugando ahí. 

“Ha sido una travesía muy dura, ya estamos aquí, nos toca seguir, quiero seguir jugando”, dijo Joshman mirando hacia la vía del tren, lejos de su país, lejos de las canchas en su barrio, debajo de un  puente en Irapuato, Guanajuato.

Crédito: La Silla Rota 

La espera es larga en el campamento de Irapuato. Cada que se escucha el silbato de un ferrocarril de carga, los migrantes se levantan corriendo pensando que ha llegado La Bestia, pero no es así. El futuro de ellos depende del ferrocarril.