HISTORIAS DE LA CIUDAD

Estos fueron los históricos cines de León

Había marcadas distinciones entre la audiencia; existían salas prácticamente exclusivas para la clase popular y otras más elegantes y con precios más elevados; también había diferencia en el tipo de películas que proyectaban

Los cines Isabel y Hernán, legendarias salas de entretenimiento en León, cada una para un público específico.
Los cines Isabel y Hernán, legendarias salas de entretenimiento en León, cada una para un público específico.Créditos: Especial
Escrito en GUANAJUATO el

León.- Aquí se vivió la ilusión en blanco y negro, entre grandes cortinajes, permanencia voluntaria y sándwiches traídos de casa. ¿Efectos especiales? Los murciélagos movidos con alambres, los golpes que a medio metro de distancia tumbaban al rival, los paisajes de fondo pintados en cartón... Esos eran los cines del siglo pasado, abuelos de los que hoy ofrecen tercera dimensión y parafernalia 4DX.

Los leoneses se maravillaban en los cines Ideal, Vera, Hernán, Isabel... con tanta credulidad, que no faltó quien balaceara desde su butaca la pantalla de manta para defender al protagonista en apuros.

Interior del elegante cine Hernán.

Cada sala era totalmente diferente a las demás en cuanto a arquitectura, comodidad y precios. Ya después llegaron los ochenteros Américas, Reforma, Comonfort, donde las películas de ficheras reinaban en la programación; y también estaban el Buñuel o la Sala Madrid, con programación para adultos en funciones de medianoche.

Inolvidables aquellas mañanas de “san lunes” para los trabajadores y “pintas” para los estudiantes, que faltaban a sus respectivas obligaciones, pues era prácticamente de ley acudir a la matiné. Fue por eso que apenas en los años 90 se quitaron las funciones en horarios matutinos.

¡Todos tenemos que morir!” era una frase famosa en los “san lunes”. La gritaban los zapateros a todo pulmón, en la oscuridad de la sala, cada vez que moría algún personaje de la película. Y llegaba la contestación de los “estudihambres”: “¡Pero no de borrachos, como los mugrosos zapateros!” o “¡Pero no de sífilis, como tu mamá!”

Y se armaba la guerra verbal estudiantes vs zapateros: estos les cantaban a aquellos “Somos de la Salle pa servile a usté, tenemos muñecas y juegos de té...”

 

Al paso de los años

 

La historia comenzó en 1913 con el cinema Elite, en la calle Honda del barrio de San Miguel; en 1914 existió el salón París, en 1916 el teatro Doblado fue acondicionado como cine, y en 1920 funcionó el Olimpia; antes de ellos, las primeras exhibiciones de películas se hicieron en el salón Concordia, improvisado en el portal Bravo en 1897.

Sin embargo esos ya no tocan la nostalgia de los leoneses, pues no hay nadie vivo que haya acudido, como ahora para la gente mayor tiene aún presentes los cines de la mitad del siglo pasado.

En 1921 con la inauguración del cine Vera, en lo que hoy es El Heraldo de León, se vivió un parteaguas en la historia de los cines ya que su fundador, Guillermo Vera, no quería únicamente poner un cine más, sino que pretendía mejorar y multiplicar las opciones. Con la concesión del teatro Manuel Doblado a su cargo y un renovado Cine Vera, en 1927 estrenó en León la primera versión cinematográfica de Ben-Hur (1925, Fred Niblo).

En 1930 en el Barrio de Santiago se abrió el cine Isabel y a partir de ahí la historia del cine en León vivió una nueva etapa, la de los grandes cines.

 

Diversión y tragedia

 

Hacia 1945 León ya contaba con cuatro establecimientos destinados a la exhibición de filmes; uno de ellos fue el Ideal, en la Callejuela Padilla 115, surgido en 1928.

El cine se incendió en 1958 y dejó de funcionar. Para entonces, debajo de los portales ubicados en la parte norte de la callejuela, ya se habían acomodado decenas de tendajones que vendían ropa, artículos de cuero, revistas y periódicos, artículos de plata, cebadinas y fritangas... que además de llenar el aire con los más variados aromas, entorpecían el tránsito de las personas, pues antes que el centro se convirtiera en zona peatonal, allí estaba una parada de autobuses urbanos.

La falta de mantenimiento provocó que el 31 de diciembre de 1981, a las 8:30 de la noche, la parte oriente del portal de la callejuela colapsara, cayendo sobre aquellos tendajones, y sobre gran número de personas, matando a varias.

Así amaneció el 1 de enero de 1982, luego de la tragedia en la callejuela Padilla.

Fue en este mismo cine donde se ubicó el recinto oficial de la junta Computadora que debía contar los votos de las elecciones que se llevarían a cabo en diciembre de 1945, y donde una pandilla de perremistas se puso a falsificar las boletas que burlarían la voluntad del pueblo leonés y que desembocarían más tarde en la matanza del 2 de enero del 46, pero esa es otra historia.

 

Para todos los públicos

 

A mediados del siglo pasado, el público cinéfilo era muy amplio y por lo mismo muy variado, así que había cines para “la clase alta” y otros más populares. De estos últimos, el amplio cine Isabel en el barrio de Santiago, inaugurado en julio de 1930, con sus 3 niveles en luneta, balcón y galería. Las funciones constaban de 3 proyecciones consecutivas, variando el precio según la zona: galería 60 centavos, balcón 80 y luneta 1 peso 20 centavos; los miércoles eran de 2x1.

Antes de ir al cine había que comprar el periódico para ver la programación.

Para los más pudientes estaba el cine Hernán, en la calle Pino Suárez y abierto en 1930. Los boletos ahí costaban 3 y 5 pesos. Tenía capacidad de 2,500 personas y posteriormente se convirtió en cine Plaza, ahora son locales comerciales y estacionamiento.

El Coliseo, otro de los que ya no existen.

También de aquellos años, en 1946 fue abierto el cine Coliseo, muy cerca del mercado Aldama y construido sobre lo que fue una plaza de toros, por lo que todavía conservaba algo del diseño circular en sus gradas. En el Coliseo se proyectaban principalmente películas mexicanas y era raro ver ahí alguna producción de Hollywood. El edificio terminó convertido en locales comerciales.

El cine León, a unos pasos de Catedral.

El cine León, de finales la década de los 50, era el favorito de la niñez para ir a ver las películas del Santo, el Enmascarado de Plata. Era costumbre llevar una toalla para, durante el intermedio, ponérsela en el cuello a manera de capa y bajar a luchar al frente del escenario, bajo la pantalla.  Inaugurado en 1958 y cerrado en 1989, el León fungió también como teatro y parada obligada de espectáculos de variedades, recibiendo lo mismo a Lola Beltrán que al Santo.

 

La “modernidad”

 

El 15 de mayo de 1969 el Cinema Estrella abrió sus puertas al público, siendo un hito para León, ya que era el primero que se ubicaba lejos de la Zona Centro. La primera película que proyectó fue “Los cañones de San Sebastián”, protagonizada por Anthony Quinn, una producción realizada entre mexicanos, italianos y franceses. Aparecía, además, Silvia Pinal.

En 1974 llegó “El Exorcista” a México, tras haberse estrenado en Estados Unidos, en diciembre de 1973. Hubo una función a las 11:00 de la noche en el Cinema Estrella, algo inusitado en León hasta ese entonces. Con el tiempo fue quedando en el abandono hasta su venta y posterior demolición...

Otros que quedaron en el olvido fueron los Gemelos, de la avenida Independencia en el barrio de San Miguel. Por su ubicación había mucha gente que prefería no arriesgarse y el público comenzó a escasear, ocasionando el cierre de la empresa.

También protagonistas de la segunda mitad del siglo pasado fueron los vecinos Américas y Reforma, donde la juventud leonesa iba a ver las actuaciones de Alfonso Zayas, Luis de Alba y Leticia Perdigón. O también “joyas del séptimo arte” como “La risa en vacaciones” que llenaba función tras función, en las distintas películas que hubo de esa serie. Era lo que había de entretenimiento.

Hoy es diferente, pues además de las historias importan los servicios de las “salas VIP” y los efectos como la 3D o 4DX, donde el espectador se siente prácticamente dentro de la película. En lo que no ha cambiado, es que el cine es uno de los principales entretenimientos de los leoneses, con renovadas ofertas en la cartelera cada semana.