León.- A pesar de que diversos estudios han demostrado que los vapeadores son dañinos para la salud y de que, desde en junio de 2022, el gobierno de México prohibió su comercialización, en León todavía se venden y en algunos casos incluso de manera clandestina.
En una tienda disfrazada como proveedora de productos hechos a base de CBD (un componente de la marihuana comúnmente usado con fines terapéuticos) en la colonia El Rosario, tienen a la vista, en estantes y vitrinas, productos hechos a base de esta sustancia, así como artefactos para hacer churros de alguna hierba; pero detrás del muro del mostrador, dentro de cajas de cartón guardadas en una habitación al fondo del local, está su producto principal: los vapeadores.
De varios sabores, presentaciones y precios, la tienda vende a escondidas estos productos prohibidos en el mercado que desde el 2021 comenzaron adquirir popularidad entre la población en México, sobre todo entre los universitarios.
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Era tal la demanda que, en avenida Universidad (la calle sobre la que está el campus Campestre de La Salle Bajío) había una máquina expendedora de vapeadores que quitaron, pero su retiro solo dejó un nicho en el mercado de vapeadores que los jóvenes ya demandaban casi con necesidad. Actualmente, en la misma zona, a solo una cuadra de la entrada principal y frente al “pueblito” (un fraccionamiento habitado en su mayoría por universitarios) está una tienda de vapeadores más surtida que la que se encuentra en la colonia El Rosario.
Así como este local se volvió una opción de acceso fácil y rápido, los distribuidores de vapeadores continúan buscando formas de ponerlos a la vista de la gente en una forma más práctica, es por eso que incluso, a la fecha, hay máquinas expendedoras como la que retiraron de la zona universitaria de La Salle.
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Sobre la avenida Guanajuato, a un lado de la entrada principal del hotel Campestre Inn una maquinita expendedora oferta vapeadores de distintos sabores como si fueran dulces, papitas o galletas. El precio de ellos varía entre los 160 pesos hasta más de 300.
Son los vapeadores contra la ley. De manera casi clandestina siguen circulando en el mercado. Hay incluso jóvenes universitarios que, de estudiantes, pasaron a ser distribuidores de estos artefactos y los venden dentro de sus campus.
Iniciaron como un sustituto para dejar de fumar
Hoy son un peligro, pero iniciaron como un sustituto para los fumadores y una herramienta para ayudarlos a combatir la adicción al cigarro.
Fueron introducidos por primera vez al mercado como sustitutos del tabaquismo, pues funcionan de tal forma que impiden que el fumador inhale miles químicos dañinos dentro del cigarro. En lugar de aspirar el humo de la nicotina, entra a su cuerpo como vapor.
Con el tiempo se presentaron como una opción segura, pero, hoy, investigaciones científicas afirman lo contrario.
En 2021, Gaceta UNAM publicó una nota donde daban a conocer que los vapeadores o cigarros electrónicos eran más dañinos que un cigarro común, ¿por qué? Te pueden llevar al hospital, advirtió la directora del Programa de Investigación y Prevención del Tabaquismo de la Facultad de Medicina, Guadalupe Ponciano Rodríguez.
Informó que en un cigarro tradicional hay cerca de 1 miligramos de nicotina por pieza, en cambio las cápsulas de los vapeadores pueden tener hasta 60 miligramos. “Es como si fumaras 60 cigarros de una vez”, expresó.
De acuerdo a la diputada federal del Partido Verde, Rocío Corona Nakamura, al menos 5.02 millones de adultos en México han probado alguna vez los vapeadores y que alrededor de 975,000 los usan diarios