Guanajuato-. Eduardo Abraham Molina Nieto, especialista en anestesiología, medicina del dolor y cuidados paliativos, explicó que la falta de fentanilo en el estado de Guanajuato complica los tratamientos de analgesia en pacientes con enfermedades terminalesn como el cáncer. Los médicos optan por medicamentos más caros y con mayores efectos secundarios.
El anestesiólogo informó a La Silla Rota que la escasez de este potente analgésico ya afecta a personas que requieren de este fármaco.
“Es a nivel nacional, hemos tratado de conseguirlo en otros estados y en ningún lado está, todos estamos igual”, dijo en entrevista el medico especialista del Hospital Regional ISSSTE en León.
Ante la insuficiencia de fentanilo para la anestesia, detalló el médico especialista, se opta por medicamentos más fuertes y más caros para los enfermos terminales.
“Las opciones que nos dejan son más potentes, no solo hay falta de fentanilo, existe escasez de todos los opioides, como morfinas, metadona y oxicodona. No he tenido falta de fentanilo, he sabido que ha habido falta en algunos hospitales que no han tenido la facilidad de resurtirlo y se ha tenido que optar por otras opciones que son más adictivas y más potentes”, dijo el médico experto en cuidados paliativos, Eduardo Molina.
El fentanilo tiene diferentes usos, precisó Molina, como, por ejemplo, ansiolítico, que sirve para para calmar episodios de ansiedad para enfermos que se encuentran en una fase terminal.
“En el área de cuidados paliativos y medicina del dolor, para analgesia ocasionada por el cáncer, problemas de columna, pacientes con falta de aire o por algún tumor o problema oncológico, hasta para disminuir la ansiedad en quienes están en la etapa final de su vida”, explicó.
Los pacientes tienen que recurrir a anestésicos más caros y costos
Eduardo Molina Nieto trata pacientes con cáncer en estados avanzados. Explicó que en estos pacientes, "el fentanilo podría ser una muy buena opción para mantenerlos con adecuada analgesia y que no cause tantos efectos secundarios”.
Esta escasez ya impacta en los tratamientos con pacientes con cáncer, no se les puede brindar una anestesia adecuada y el enfermo tiene que recurrir a medicamentos como el Sufentanil y Remifentanil, que no son adecuados para su padecimiento y más caros.
No solo es el costo que se tiene que pagar por anestesias inadecuadas por la falta de fentanilo, las personas enfrentan incluso los efectos secundarios de las opciones que existen, explicó el especialista en anestesiología.
Costos de otros opioides más caros que el fentanilo
Debido a la escasez de fentanilo se tiene que recurrir a opioides (medicamento que ayuda a controlar el dolor) aún más caros, como el Operativan (fentanil) con un costo $457.31 pesos, el Suftil (sufentanil) 5 amp (ámpulas) con un precio de $1,221.00 pesos, y el Ultiva (remifentanil) 1 amp que cuesta $907.50 pesos.
“Tengo que usar medicamentos opioides menos potentes y por la dosis generan mayores efectos secundarios. Yo veo muchos pacientes con problemas oncológicos en estados avanzados, en los cuales el fentanilo podría ser una muy buena opción para mantenerlos con adecuada analgesia y que no cause tantos efectos secundarios”, declaró el médico especialista.
Los efectos secundarios que tienen los otros fármacos son: somnolencia, nausea, vomito, mareo, estreñimiento; a dosis altas causa delirio e incluso convulsiones.
“De todos los opioides en general, a dosis altas, mayores efectos secundarios. Del fentanilo damos dosis muy bajas, no hay tantos efectos secundarios”, hizo saber el experto en cuidado paliativos.
El fentanilo es utilizado en los servicios de urgencias como lo es la terapia intensiva, cuyo objetivo es mantener a los pacientes intubados sin dolor, indicó Molina Nieto.
El opioide se utiliza en cualquier tipo de enfermedad terminal o avanzada, ya sea oncológica o no oncológica, el fentanilo se usa como excelente analgésico por su potencia, sin mayores efectos secundarios. La dosis dependerá del grado de dolor e intensidad, detalló el médico, del tipo de dolor y del estado avanzado de la enfermedad terminal.
“Un paciente llega a utilizar de 1 a 2 ámpulas al día de 0.5 miligramos”, indicó.