León-. Antonio bebe una cerveza sentado en una de las bancas de la plaza principal de la comunidad de Duarte, él y otros paisanos que han llegado del otro lado de la frontera norte de México disfrutan de la música, tenía poco más de dos décadas sin venir a León. Vuelve a la comunidad para pasar la Navidad después de un largo tiempo.
Hace más de 20 años, un día tomó sus cosas sin saber que no regresaría en mucho tiempo: “Yo me fui en febrero del 2003” dijo Antonio.
Antonio emigró ante la falta de un buen trabajo dejó su natal Duarte, comunidad en la que cada año llegan miles de paisanos para encontrarse de nuevo con sus seres queridos.
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Se fue del país para buscar trabajos mejores pagados en los Estados Unidos, así partió en el año 2003, expresó: “Es por las oportunidades que nos hacen falta en nuestro estado, nuestra ciudad, en nuestra comunidad, son sueldos muy bajos que no alcanzan para nuestras necesidades básicas de nuestra casa”.
“Con los sueldos que pagan aquí en la ciudad no alcanzan para nada, ese es el motivo” dijo Antonio que desde hace más de 31 años no visitaba la comunidad de Duarte.
Para él la experiencia de cruzar a Estados Unidos fue distinta, expresó que no vivió alguna situación de racismo, o acoso por parte de las autoridades estadounidenses, dijo Antonio: “Nos cobija, yo de mi parte, y de mi familia, no hemos sufrido alguna discriminación del gobierno al contrario nos agradecen por trabajar para ellos, al menos yo me siento feliz, satisfecho, orgulloso de trabajar para el gobierno allá porque nos bridan todos los servicios”.
Llegó al estado de California y su primer trabajo fue en el campo, con el paso del tiempo consiguió mejores trabajos y mejor remunerados, su meta era adaptarse los mejor posible: “Empiezas más a enrolarse en el país, a sobresalir más, esa es la realidad”.
“Todos los paisanos batallamos mucho, al principio conforme va pasando el tiempo uno se va adaptando a las leyes, a los trabajos, al idioma que es una base muy importante, adaptarse al idioma” expresó Antonio, migrante mexicano y leonés. Tardó 3 años en adaptarse al inglés.
“Empecé como todos, en el campo, es duro, pesado, pero gracias a Dios, conforme va pasando el tiempo uno se va superando” dijo Antonio mientras veía pasar camionetas Cadillac con placas del estado de California y otras entidades de Estados Unidos
Antonio llegó de California, 21 navidades sin pasarla con la familia y los suyos, 21 años de solo mandar la remesa de los dólares ganados del otro lado, sin embargo, en su país, en México se siente desprotegido: “Es en vano decir que el gobierno mexicano apoya a la gente, a las comunidades en general de todo el país, está marginadas, falta de infraestructura”.
Cientos de paisanos dejan de ver a sus familias por décadas, ya que no cuentan con papeles en regla, visa de trabajo o residencia estadounidense, no pueden volver a México por temor a ser repatriados.
Antonio llegó de California en donde tuvo diversos trabajos, en el campo y en una panadería: “Cuando uno tiene un familiar ciudadano residente, es fácil, pero cuando no tiene una gente que puede hacer un proceso legal por usted, pues lógico que es difícil, esa es la realidad, mi papá fue residente desde el 86, que fue la primera amnistía, y gracias mi papá pudimos obtener mi familia documentos”.