HISTORIAS DE LEÓN

Las manos de Sergio esculpen a la famosa Catrina de barro

El arte realizado por el escultor michoacano Sergio Ruíz Ayala se exponen en la muestra Vida muerte, muerte vida. Se encuentra en la zona centro de León en la calle Hermanos Aldama # 136. La entrada es libre y la obra se expondrá hasta el 10 de noviembre

Créditos: Eloy Japhet Esquivel Vázquez
Escrito en GUANAJUATO el

León-. Sergio Ruíz Ayala es un artesano de la comunidad de Capula Michoacán, vino a León para exponer en el Museo de la Ciudad de León la muestra “Vida muerte, muerte vida” con curaduría María Laura Hernández Reyes.

Con paciencia y delicadeza, las manos de Sergio le van dando forma al barro; dibuja las costillas, con las yemas de sus dedos moldea el cráneo, el fémur, hasta que, finalmente, logra esbozar el cuerpo esquelético de una Catrina.

La exposición alusiva al Día de Muertos “Vida muerte, muerte vida”, esta muestra está compuesta por más de 60 catarinas todas hechas por las manos del artesano mexicano Sergio Ruíz Ayala, sus manos dan vida a toda una tradición: calacas que sonríen, que bailan, que curan, que bailan, que pintan, que hacen pan y hasta dan terapia psicológica.

 Sergio Ruíz Ayala le da forma a una de sus catrinas para los visitantes a la muestra

El artesano compartió que antes de dedicarse a la escultura de barro tenía otro empleo, pero una interrupción debido a un percance lo llevó a esculpir como en todo su pueblo a la Catrina de barro. “Comencé a trabajar el barro en el 2009 fueron mis inicios cuando comencé anteriormente yo era un empleado de comisión federal, tuvo un pequeño accidente en el que ya no pude seguir laborando, yo tenía que ver de qué manera iba subsistir”.

La comunidad de Capula, a 15 minutos de la ciudad de Morelia, es un poblado reconocido para la creación de piezas de alfarería. Es el lugar de origen del maestro artesano Sergio Ruíz Ayala en donde él realiza todo tipo de figuras, pero su pasión son las Catrinas, la famosa Calavera Garbancera.

Sergio le da forma a una Catrina en el Museo de la Ciudad

“En mi familia todos son artesanos, se dedica a otra rama que es la loza tradicional, a mi me gustó más lo que es la Catrina porque puedes darle lo que es más variedad y piezas distintas cada día, hoy puedes hacer un chef y mañana puedes hacer una cocinera”. Compartió el artesano Sergio Ruíz Ayala que desde hace 12 años esculpe una de las festividades más icónicas de todos los mexicanos.

Cada catrina y calavera es distinta, para la muestra del Museo de la ciudad de León se creó toda una ciudad, por los que las calaveras tienen una diversidad de profesiones del mundo terrenal. “Me gusta mucho esto con la variedad que tenemos para darle." Dijo el escultor mexicano.

El material con que fue hecho la muestra se da en Capula, una especie de barro color negro. “Es una arcilla especial que tenemos en nuestra comunidad, en muchos lugares hay barro, pero donde quiera es diferente en algunos es colorado y nosotros tenemos 3 tipos de barro en el cual se mezclan para tener una pasta rica para preparar esto, la tierra que usamos es tierra colorada y tierra blanca, se hacen una mezcla de las dos para darle fuerza”.

Una vez que la Catrina ya está hecha, el artista empieza a colorear las piezas, a la catrina se le pone su vestido largo y un sombrero de ala ancha adornado de flores de cempasúchil con su diversidad de tonos en colores rojos, naranjas y rojos.

“Me gustó la rama de la catrina porque en ella puedo plasmar diferentes pensamientos que uno tiene. Puedes hacer varios personajes, no tiene que ser la monotonía de una misma pieza continuamente, puedes romper demasiados estilos continuamente, diferentes, eso es lo bonito” detalló Sergio Ruíz Ayala en entrevista para La Silla Rota

 En sus catrinas escupidas a detalle Sergio plasma sus pensamientos y su sentir en esta gran muestra “Para la mí la muerte… No es como tanto la muerte sino simplemente es un paso en la vida que tarde que temprano se tiene que dar y tenemos que ser alegres que tenemos que darle la vuelta, que tenemos que serlo cuando todos los mexicanos lo hemos hecho