CÁRCELES

Presos en Guanajuato: ¿A qué se dedicaban cuando eran libres?

Peluqueros, carpinteros y herreros pueden desempeñar sus oficios dentro del penal, pero ¿qué pueden hacer un caddie, 19 traileros y 5 caballerangos?

Internos del Cereso desarrollando y perfeccionando sus habilidades en el centro penitenciario.
Internos del Cereso desarrollando y perfeccionando sus habilidades en el centro penitenciario.Créditos: Especial
Escrito en GUANAJUATO el

León.- Carpinteros, fotógrafos, taxistas, panaderos… desde gente sin estudios, primaria trunca, hasta profesionistas con maestría, son las personas que habitan en las cárceles de Guanajuato.
Hay poco más de 7,200 reclusos en los penales del sistema estatal, y las ocupaciones de ellos, cuando eran personas libres, representan un variopinto catálogo de oficios, actividades y profesiones. Pepenadores, abogados, albañiles, comerciantes, mecánicos y taxistas están ahora en un espacio donde muy pocos ellos pueden desempeñar lo que saben. Un carpintero, un soldador o un herrero bien pueden ocuparse dentro del centro de reclusión. Campesinos, cargadores, recolectores de basura, tienen que buscar otra actividad para desarrollar entre los muros.
Los datos proporcionados mediante una solicitud de acceso a la información por parte de la Secretaría de Seguridad Pública de Guanajuato, a través del Sistema Penitenciario Estatal, reflejan también el nivel de ingresos que tenían los ahora reclusos antes de su internamiento.

Un minero con primaria terminada declaró que ganaba 7,000 pesos semanales, en tanto que un maestro ingresaba esa misma cantidad a la quincena. Una costurera con secundaria completa ganaba 700 pesos y una colega suya 900 a la semana, menos que un albañil analfabeto.

 

De la maestría a las rejas

 

Entre todos los reclusos del sistema penitenciario estatal, hay 10 que estudiaron una maestría y 7 de ellos la terminaron. Uno se dedicaba a profesor y ganaba 16,000 pesos mensuales; otro era empleado y ganaba 4,800 al mes; otro, empleado con 8,000 al mes; una es ama de casa, y reportó ingresos por 1,000 pesos mensuales; uno más, profesor con sueldo de 6,000 mensuales; otro era fotógafo y ganaba 4,000 mensuales; además un chofer, un empleado y un comerciante, también con maestría, y no dijeron cuánto ganaban.

 

Luis: taxista con preparatoria

 

La historia de Luis muestra cómo la vida de cualquier persona cambia de un minuto a otro. No hay necesidad de traer ideas criminales, ni de planear algún delito, ni de ser mala persona. Él tiene la preparatoria terminada y estaba cursando una carrera en línea, además de que quería ser paramédico.

Sacaba sus gastos trabajando de taxista. 2,500 pesos a la semana se llevaba, y le rendían porque vivía con sus padres en la colonia San Juan Bosco.

A inicios de este año, en el auto particular de la familia, Luis apenas iba a una fiesta pero quería llegar temprano. Provocó un choque en el que hubo personas heridas y una de ellas murió 2 días después. Las lesiones, los daños y el homicidio culposo lo tienen encerrado, pues para colmo su auto no tenía seguro.

Confía en salir pronto, no ha sido sentenciado y el proceso sigue. Afuera lo espera su novia, con quien tenía planeado casarse en septiembre.

 

Todos los oficios

 

Están presos 9 militares, 19 traileros, 5 caballerangos... ni cómo pensar en que puedan ejercer el oficio mientras permanecen encerrados. Mucho menos, el caddie de golf, con estudios de secundaria y 27 años, preso por lesiones.

Pero también hay 20 peluqueros que podrían tener la clientela, literalmente, cautiva. Los ingresos en este oficio, según declararon, iban de los 700 a los 2,000 pesos a la semana.

Internos del Cereso en Guanajuato capital en actividades recreativas.

Hay también un boxeador preso, a quien de mucho le servirá su oficio; estudió la prepa y ganaba, cuando era libre, 2,000 pesos a la semana.

La cantidad de analfabetos asciende a 289 personas, según el registro de la Secretaría de Seguridad. Son comerciantes, albañiles, pepenadores, 2 lavacoches, 1 zapatero...

Están presas 56 amas de casa, y su nivel de educación es desde el analfabetismo hasta una con maestría.

 

Pepenadores, todo un gremio

 

Los presos que dijeron dedicarse a la pepena son 72 personas, es decir, 1 de cada 100 reclusos.

Este oficio está severamente señalado, pues se rumora que la pepena, cuando la realizan personas jóvenes, es un disfraz para otro tipo de actividades, como el narcomenudeo, robo de autopartes, halconeo o sicariato.

No por nada este año han sido asesinadas, tan solo en León, 5 personas dedicadas a ese trabajo. Una de ellas, nada menos que la noche de este 19 de octubre, en la colonia Lomas de la Piscina. Esa misma cantidad fueron asesinados, pero solamente en el mes de octubre del año pasado.

Todos conviven, involuntariamente, detrás de los muros de la prisión. Las rejas no los igualan, pero sí los unen en el deseo de que la sentencia les pase rápido y algunos confiando en que la readaptación social realmente les sirva para regresar a sus actividades de origen.

 

 

cv