OPINIÓN

La casa famosa sin segundo piso

Éxito a la presidenta porque recibirá un México donde los cárteles gozan de impunidad y fijan las condiciones de vida de muchas regiones del país

Escrito en GUANAJUATO el

“Siempre ha sido así”, “de qué nos sorprendemos”, “son los mismos haciendo lo mismo, solo que con diferente color” y “si está muy mal, pero ¡antes estaba peor!” fueron algunas de las frases de un par de amigos en una conversación sobre el gobierno de México que se va y sobre el que viene. La conclusión es la normalización de algo que sabemos que está mal y que asumimos seguirá así con un gran conformismo y pasividad.

Es imposible, ante este panorama de pensamiento colectivo, no traer las palabras de Martin Luther King que nos queda como “anillo al dedo” a muchos mexicanos: “El final de nuestras vidas comienza el día en que nos volvemos silenciosos sobre las cosas que importan”.

El día siguiente del que cita Luther King es hoy y demanda ser proactivos, exigentes y un factor de cambio positivo que nos transforme al interior e influya a nuestro alrededor.

En este proceso de cambio de gobierno mi decisión es desearle éxito a la próxima presidenta de México. Con ironía claro, pero convencido de que el país requiere verdaderas transformaciones que no llegaron en este primer piso de la 4t. Como dicen en mi pueblo, mucho rollo y mañaneras pero pocas nueces.

Éxito a la presidenta porque encuentra un país completamente desquebrajado en temas fundamentales en la vida diaria de su población.


Tendrá un país sin justicia, por la huelga (que no importa y es ilegal, pero no castigará según López Obrador) de jueces y magistrados. No hay juzgados, por lo pronto se cancela en México la impartición de justicia. Haciendo eco a las comparaciones que le gustan al presidente; así como para el sector salud “somos Dinamarca”, para la impartición de justicia somos Cuba, Nicaragua o Venezuela.

ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO

Éxito a la presidenta porque recibirá un México donde los cárteles gozan de impunidad y fijan las condiciones de vida de muchas regiones del país. Como se dice en la mañanera, “imagínense” en nuestro país los capos son los que mandan: fijan cuotas a los negocios, toman carreteras, roban tractocamiones, secuestran, venden huachicol o llevan a cabo masacres en un territorio donde no hay autoridad que se imponga. Ya que estamos en las comparaciones, ahora pareciera que estamos en la cárcel del pueblito de Tijuana, pero a territorio abierto.

Éxito a la presidenta porque le pasan una papa caliente con escaso margen de maniobra financiera. Es como si usted se hiciera cargo a partir de hoy de una casa donde hay poco dinero, muchas deudas y más necesidades. Si la presidenta decide seguir ampliando programas sociales (buenos por su enfoque, pero con un lastre por la insuficiencia de fondos) o apoyando con recursos a un PEMEX y CFE contaminantes y deficitarios como negocio o inyectando recursos a obras magnas que no arrancan o que arrancan y no impactan tendrá una decisión que tomar; endeudar más al país, bajar el gasto público o impulsar una reforma fiscal que incremente la recaudación. Lo cierto es que ante las vacas flacas por la deuda histórica que le heredan, la más alta jamás contraída por un gobierno, esa decisión llegará. El éxito es para que sea pensando en el bienestar de todos los mexicanos.

SÍGUENOS EN EL SHOWCASE DE LA SILLA ROTA GUANAJUATO: EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO

Éxito a la presidenta porque en sus libros recibirá medio millón de ciudadanos más en pobreza extrema que los que se tenían al principio del actual gobierno.

Si, éxito porque tendrá el poder de un país con el crecimiento económico más bajo de los últimos treinta años con un PIB muy lejos, a la mala, de lo prometido por López Obrador y un crecimiento de empleos que no se le puede llamar crecimiento.
Por eso le deseo éxito a la presidenta de México, porque el suyo, será el nuestro y será sinónimo de mejores condiciones para el presente y futuro para nuestras familias. Donde en lugar de discursos desbocados de vacío le demos la bienvenida a un nuevo día lleno de actitud, trabajo y condiciones públicas para aspirar a una vida mejor. Sería un sueño que todos nos comprometamos recordando a Luther King nuevamente y respondiendo la pregunta más persistente y urgente de la vida es, ¿qué estás haciendo por los demás?, ¿qué estás haciendo, empezando por ti?, todo lo contrario, serán cuentos chinos que nos seguirán sumergiendo en la normalización de lo que le duele a México.