León, Guanajuato.- La noche del domingo 7 de septiembre de 2025, el cielo de León y gran parte de México se convirtió en un espectáculo natural que no pasó desapercibido: la luna llena iluminó la ciudad con un resplandor hipnótico. Desde distintos puntos se pudieron captar imágenes que reflejan su majestuosidad: en algunas fotografías se aprecia un disco lunar de tono anaranjado, rodeado por un halo brillante que atraviesa los cables eléctricos de la ciudad; en otras, la luna aparece como un faro redondo y resplandeciente sobre las calles tranquilas, enmarcada por árboles y farolas, regalando una escena urbana cargada de misterio. Incluso, antes de que anocheciera por completo, la luna se asomó entre nubes densas que parecían abrirse para dejarla brillar, como en una coreografía celeste que marcaba el inicio de la noche.
La fase de luna llena ocurre cuando la Tierra se encuentra justo entre el Sol y la Luna, lo que permite que la cara visible del satélite se ilumine por completo. Este fenómeno no solo es un deleite visual, también es clave para diversas prácticas culturales y científicas, pues durante esta fase se generan mareas más intensas debido a la combinación de la atracción gravitatoria de ambos astros. La luna llena de septiembre suele ser conocida como la “Luna de la Cosecha”, ya que históricamente ayudaba a los agricultores a extender sus jornadas bajo su luz intensa.
El plenilunio de este domingo marcó uno de los momentos más esperados del calendario lunar.
La órbita de la Luna hace que este fenómeno se repita aproximadamente cada 29 días y medio, por lo que la próxima luna llena se espera para el 6 de octubre de 2025. Sin embargo, la de septiembre tiene un significado especial: es la última luna llena antes del equinoccio de otoño, lo que tradicionalmente se asocia con cierres de ciclos y preparativos para los cambios estacionales.
Te podría interesar
Astrónomos señalan que la tonalidad anaranjada que muchos observaron durante el inicio de la noche se debe a la dispersión de la luz a través de la atmósfera terrestre, similar a lo que ocurre durante el amanecer o el atardecer. Este efecto, conocido como “luna de sangre” cuando es más intenso, no indica ningún evento peligroso; por el contrario, es un recordatorio visual de la interacción entre nuestro planeta y su satélite natural. Conforme la luna asciende en el cielo, su color tiende a blanquearse y a brillar con mayor fuerza, tal como se aprecia en las imágenes captadas a diferentes horas de la noche.
Este espectáculo fue visible a simple vista
aunque con binoculares o telescopios se pudieron distinguir detalles como cráteres y mares lunares. Los expertos recomiendan aprovechar estas noches para observar la Luna, pues además de su belleza, es una oportunidad para conectar con el ritmo natural de nuestro sistema solar. Mientras tanto, las imágenes compartidas por los ciudadanos se han vuelto testimonio de una noche mágica, en la que el cielo se convirtió en escenario y la Luna, en protagonista absoluta.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO