Celaya, Guanajuato.- En el corazón de Celaya, Guanajuato, late un coloso futbolístico construido por la fuerza del sueño colectivo: el Estadio Miguel Alemán Valdés. Desde su inauguración el 12 de septiembre de 1954, este recinto ha sido escenario de alegrías, idas y venidas, hazañas y latidos compartidos.
La génesis de esta joya deportiva no es cuento de grandes inversiones gubernamentales.
Fue el fruto del esfuerzo ciudadano. A inicios de los años cincuenta, Miguel Iriarte Montes, médico y promotor del deporte local, impulsó la fundación de Celaya Fútbol Club en febrero de 1954. No mucho después comenzó a gestarse la unidad deportiva que llevaría el nombre de Miguel Alemán Valdés, presidente de México entre 1946 y 1952, con fuerte vínculo a Celaya.
Te podría interesar
La Unidad Deportiva Miguel Alemán Valdés incluyó desde el inicio el estadio, cuya construcción fue dirigida por los ingenieros Juan Arroyo de Yta y Carlos Meza Cordero. Este recinto fue levantado con una visión funcional y sencilla: graderías de concreto, tribunas laterales cercanas a la cancha, y cabeceras inicialmente sin butacas —una estética que remite a los tradicionales estadios británicos, austeros en la forma, pero poderosos en el aliento que albergan.
La inauguración tuvo lugar el 12 de septiembre de 1954, con Celaya F.C. enfrentando al Querétaro en el inicio de la temporada 1954-55 de Segunda División. La derrota 0-4 no opacó el brillo del momento: el estadio había nacido. Hoy está cumpliendo 71 años.
En 1957-58 Celaya logró su primer ascenso a Primera División. El estadio ya era testigo de grandes emociones. Años después, tras un periodo alternado entre divisiones menores, resurgió el Atlético Celaya en 1994. El torneo 1994-95 lo llevó de nuevo a Primera. La directiva de Enrique Fernández Prado tuvo que emprender una remodelación del estadio para alcanzar los requisitos mínimos de la Federación Mexicana de Fútbol: capacidad mayor, vestidores, palcos, baños y sistema de riego modernizado. Todo ello construido, una vez más, con esfuerzo local en tiempos en que no había grandes apoyos estatales.
La cúspide llegó en la temporada 1995-96. Celaya, un recién ascendido, llegó a la final de Liga MX. El 1 de mayo de 1996 jugó la ida contra el Necaxa y lo empató 1-1 en el Miguel Alemán Valdés. El estadio vibró con figuras como Emilio Butragueño, Míchel y Hugo Sánchez, quienes vistieron la camiseta de los Toros del Atlético Celaya.
En junio de 2016 se anunció que se renombraría el estadio en honor a Emilio Butragueño, aunque las autoridades municipales negaron el cambio definitivo. El recinto sigue oficialmente llevando el nombre de Miguel Alemán Valdés.
Entre otras remodelaciones, en la temporada 2015-16 el estadio fue completamente embutacado (se instalaron asientos en todas las gradas), modernizando su infraestructura para brindar mayor comodidad y cumplir con estándares más exigentes.
Actualmente el estadio alberga al Celaya FC de la Liga de Expansión MX, con capacidad para aproximadamente 23,200 espectadores. Su superficie de pasto fue reconocida en años previos como uno de los mejores de México.
Este monumental recinto es más que una estructura de concreto y gradas: es el espejo del alma de Celaya. Sus muros guardan el eco de cada gol, cada aliento, cada sueño compartido. En cada ladrillo vive la historia de una ciudad que no esperó favores oficiales, sino que construyó con sus propias manos un símbolo eterno de identidad, pasión y gloria.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
