León, Guanajuato. La economía guanajuatense enfrenta un nuevo reto tras el anuncio del expresidente estadounidense Donald Trump, quien reveló su intención de imponer aranceles del 30% a todas las importaciones mexicanas a partir del 1 de agosto. Aunque la medida aún no entra en vigor, el panorama que dibuja ya genera preocupación en el sector empresarial del Bajío.
Michel Sojo, presidente de Coparmex León, expresó su alarma ante el anuncio, asegurando que la imposición de este arancel representa una amenaza directa para uno de los motores industriales más importantes del país. “Este tipo de decisiones aumentan la incertidumbre y afectan directamente la confianza de las empresas para invertir y generar empleo en Guanajuato”, señaló.
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El estado ocupa uno de los primeros lugares en exportaciones manufactureras fuera de la franja fronteriza, con sectores clave como el automotriz, autopartes, agroindustria, calzado y metalmecánica, todos con una alta dependencia del mercado estadounidense. De concretarse los aranceles, miles de empleos podrían estar en riesgo y se comprometería el equilibrio de cadenas productivas completas, advirtió Sojo.
Coparmex hizo un llamado urgente al Gobierno Federal para que active mecanismos diplomáticos y comerciales contemplados en el T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá), pues consideran que esta medida violaría acuerdos previamente establecidos. “Es esencial que México defienda sus derechos comerciales de forma firme y estratégica”, afirmó el líder empresarial.
Además, instó a los gobiernos estatales y municipales a sumarse a un frente común junto con la iniciativa privada y la sociedad civil. “Sólo con unidad podremos sortear este golpe. Es momento de actuar con corresponsabilidad, diálogo y acción conjunta. Guanajuato y México no pueden permitirse retrocesos en competitividad”, puntualizó.
Desde Coparmex, también se rechazó cualquier discurso que intente vincular la imposición de sanciones comerciales con temas de seguridad o migración. “Las empresas de Guanajuato son aliadas del desarrollo económico y social de la región. No deben cargar con el costo de una narrativa política externa”, declaró Sojo.
Guanajuato, con una economía profundamente articulada al comercio exterior, vive con incertidumbre esta nueva amenaza. Si bien aún hay margen para la diplomacia, el reloj avanza y los efectos podrían sentirse pronto en las zonas industriales, los parques logísticos y los centros de trabajo donde cada día miles de familias guanajuatenses dependen del comercio binacional.
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