León, Guanajuato.- El viernes parecía un día cualquiera en Cinemex Plaza Stadium, en León. Pero todo cambió en segundos.
A las tres y media de la tarde, dos patrullas de la Policía Municipal de León llegaron derrapando al estacionamiento del centro comercial.
El chirrido de las llantas llamó la atención de los presentes. Los conductores y copilotos de ambas patrullas —dos hombres y dos mujeres— descendieron con rapidez y se lanzaron hacia el cine.
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Subieron tres pisos por las escaleras eléctricas. La urgencia era visible en sus pasos. Al llegar a la parte trasera del cine, ya era tarde.
Los guardias de seguridad de la plaza y los empleados del Cinemex ya tenían a los dos responsables detenidos.
Eran dos jóvenes vestidos idénticos. Ambos llevaban uniforme guinda, lo que parecía ser ropa de trabajo de alguna empresa. La escena resultó insólita: intentaron robar un letrero promocional de la película Superman.
Según empleados del cine, uno de los jóvenes preguntó por el baño mientras el otro aprovechaba para sacar el letrero. Lo llevaban casi a la salida cuando fueron sorprendidos.
El intento de hurto fue frustrado por los trabajadores y guardias de la plaza. Rápidamente llamaron al 911 y se activó el protocolo de seguridad.
Mientras los dos jóvenes esperaban bajo la custodia de los elementos de seguridad privada, los policías municipales llegaron para formalizar la detención.
Al lugar arribó una tercera patrulla con otros dos oficiales. En total, seis policías se movilizaron por este peculiar intento de robo.
Los jóvenes miraban al piso, cabizbajos. Tal vez imaginaban lo que estaba por venir: su viernes y probablemente su fin de semana estaban arruinados.
Los agentes los subieron a la patrulla mientras les explicaban sus derechos y el proceso que seguía. La siguiente parada: el CEPOL.
Allí pasarían al menos 16 horas detenidos. Si el gerente del cine o el encargado presentaba una denuncia formal, los jóvenes podrían enfrentar cargos por intento de robo.
De lo contrario, tendrían la opción de pagar una multa o una fianza para recuperar la libertad en pocas horas.
Las patrullas se retiraron del lugar mientras la rutina en Plaza Estadio volvía a la normalidad. El cine siguió proyectando películas. Los empleados regresaron a sus actividades. Pero la historia de esos dos jóvenes quedó como anécdota.
Un viernes que comenzó como cualquier otro, terminó con ellos detenidos y con Superman de regreso en su lugar.
Una aventura que les costará una multa, unas horas de cárcel y, sin duda, una buena lección.
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