León, Guanajuato.- Vecinos tienen que esperar el camión sentados en banquetas o bardas; la estructura metálica ha sido robada para venderla en fierro viejo.
En la colonia Santa Julia de León, ya no hay bancas en las paradas de camión. En plena zona urbana, donde transita diariamente la ruta 10, los vecinos se ven obligados a esperar su camión de pie, sentados en la banqueta o en las bardas del parque. Todo porque las bancas de metal fueron arrancadas y vendidas al kilo en el fierro viejo.
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En la parada ubicada justo a un costado del Gran Parque de Santa Julia, sobre el Blvd. Paseo de Jerez, al lado de una Farmacia Guadalajara, la escena lo dice todo. La estructura metálica del parabús se mantiene apenas en pie. El bote de basura desapareció. Los vidrios están grafiteados. Y lo más indignante: la banca completa fue arrancada, dejando solo los huecos donde antes se atornillaba al piso.
Las personas esperan con resignación. Una joven se recarga de pie en un poste. Una pareja de adultos mayores se sienta en la barda del parque. Otros, simplemente permanecen de pie, mirando hacia la avenida. Pueden pasar hasta 40 minutos sin que llegue una unidad.
“No es justo, nos tratan como si no valiera nada nuestro tiempo ni nuestra seguridad”, dice una usuaria mientras observa los restos de la parada. “Y si no nos ponemos pilas, se van a terminar llevando hasta los postes y el techo”, agrega un hombre que espera también la ruta.
Este caso no es aislado. Las demás paradas de camión de la colonia Santa Julia se encuentran en condiciones similares. Vandalizadas, rotas, sucias, sin bancas, sin botes de basura… sin atención. Lo que empezó como una estructura digna y funcional ha sido saqueado parte por parte. Lo metálico desaparece primero: bancas, botes, láminas. Todo es robado en las madrugadas para venderlo como chatarra.
Lo más grave es que no hay vigilancia. Los vecinos aseguran que ni la policía ni las autoridades municipales han hecho rondines ni intervenciones para evitar estos robos. Tampoco hay cámaras de seguridad en las inmediaciones. “Aquí ya no solo es el grafiti o la basura. Ya es que literalmente desmantelan el mobiliario urbano sin que nadie diga nada”, recalca otra vecina.
Mientras tanto, los usuarios del transporte público sufren las consecuencias. Esperar el camión bajo el sol o la lluvia, sin poder sentarse, es una escena cada vez más común. Personas mayores, madres con niños, trabajadores… todos enfrentan el abandono.
Vecinos hacen un llamado urgente al gobierno municipal para que se repongan las bancas, se refuerce la vigilancia y se implementen medidas preventivas. “Queremos soluciones. No solo que vengan a pintar o a prometer. Queremos que lo reparen y lo cuiden”, exige una usuaria habitual de la ruta 10.
Porque si no se actúa pronto, literalmente, no quedará nada. Ni bancas, ni techos, ni paradas. Solo el abandono y el vandalismo.
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