León, Guanajuato.- Hay autos apilados en dos pensiones de León. Algunos están encima de todos y otros solo se volvieron chatarra. Así se ven dos cementerios de autos en la ciudad zapatera desde las alturas.
Se olvidaron de ellos. Los autos y camionetas que una vez tuvieron dueño ahora se han deteriorado y se volvieron un montón de fierros en un enorme cementerio. Así se puede apreciar desde las alturas a través de la herramienta de Google Maps. La pensión de carros que está en el bulevar Juan Alonso de Torres, en la colonia Piletas y el yonkee que se ubica sobre el bulevar Aeropuerto.
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Vidrios rotos, llantas ponchadas y pintura desgastada. Es la apariencia que comparten todos los vehículos en ambos lugares. La escena de un cementerio de autos es ambientada por un sentimiento de abandono que permea en cada refacción que ahí se encuentra.
Pero la pensión de Cepol guarda algo adicional. El número de vehículos que ahí se quedan es desconocido pues se trata de una pensión privada. La cifra exacta no puede calcularse a la vista. Hay autos que han perdido su forma original y se volvieron chatarra y fierro oxidado. La pintura radiante que distinguía a muchos modelos de autos quedó completamente desvanecida.
¿Por qué se los llevan a la pensión?
Los conductores que estacionen su vehículo en zonas prohibidas, como pasos peatonales, carriles para bicicletas, motos o transporte público, pueden recibir una sanción y, además, su vehículo puede ser remitido a un depósito. Esto también aplica a aquellos que circulen sin placas o resulten positivos en la prueba de alcoholímetro.
El poniente y sur de León albergan los cementerios de autos más grandes del municipio. Los coches apilados en varios espacios del terreno simbolizan la ilusión de un conductor que adquirió su primer vehículo, el que lo cambio por un modelo mejor o simplemente decidió no volver por él cuando fue removido.
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