Volar en un dirigible durante el Festival Internacional del Globo 2025 es una experiencia breve, precisa y espectacular. Un recorrido aéreo que dura poco más de diez minutos, pero que ofrece una mirada completa del parque, de la presa y de los más de 200 globos que surcan el cielo al amanecer.
El vuelo se realizó en el dirigible Guanajuato, Gobierno de la Gente, una aeronave en la que caben seis pasajeros más el piloto. A diferencia del globo aerostático, el dirigible sí puede maniobrarse. Sí tiene dirección. Sí se mueve exactamente hacia donde el piloto decide. Eso cambia por completo la experiencia: no hay incertidumbre, no hay que esperar a dónde lleve el viento. El piloto guía la nave con precisión quirúrgica y traza un círculo perfecto alrededor del Parque Metropolitano.
Desde arriba, la ciudad aparece extendida como una maqueta viva. Las avenidas, las colonias, las montañas al fondo. Todo cabe en una sola mirada. Pero la postal más poderosa está en la presa. Llena. Rebosante. Miles de personas mirando al cielo, las lanchas quietas como piezas de ajedrez, y decenas de globos flotando a la altura del dirigible. Es una imagen que define esta edición del FIG: la presa completamente llena al amanecer.
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El dirigible avanza despacio
Sin prisa. No hay sobresaltos, no hay silencio incómodo. Solo el zumbido constante del motor y la sensación de volar paralelo a las enormes figuras infladas que dominan el festival. Desde arriba se ve el escenario principal, las carpas, los pasillos y la enorme mancha humana moviéndose entre puestos y cámaras.
El recorrido es corto
Pero contundente. El dirigible rodea el parque, regala vistas privilegiadas y regresa al punto de despegue sin desviaciones. Un contraste total con los globos tradicionales. En estos, el pasajero se entrega al viento. En el dirigible, en cambio, hay control absoluto. Hay rumbo. Hay precisión.
La experiencia termina tan rápido como empieza. Diez minutos en el aire que bastan para entender por qué este tipo de aeronave se está convirtiendo en una de las atracciones más buscadas del festival. Desde arriba, León se revela distinta. Más cercana. Más luminosa. Más viva. Y por unos instantes, el visitante forma parte del espectáculo aéreo más grande de México.
