León, Guanajuato.- La madrugada del viernes 14 de noviembre amaneció brumosa y expectante en el cielo de León de los Aldama. Desde antes de las 7 a. m., en el amplio recinto del Parque Metropolitano de León (junto a la presa del Palote), los equipos de inflado trabajaban a contrarreloj para el gran momento: el despegue inaugural del FIG 2025. Según el programa oficial, el “Despegue Inaugural” arrancó a las 7:05 a. m., conducido por Francisco Zea, con más de 200 globos aerostáticos de 25 países alzando vuelo de forma simultánea.
El protocolo comenzó con la llegada de autoridades en torno a las 6:30 a. m. al área principal. Encabezó el acto la gobernadora del estado, Libia Dennise García Muñoz Ledo, quien junto a los organizadores dio el banderazo inaugural del “Viernes de la Gente” —una jornada de acceso gratuito por la mañana para que las familias presenciaran sin pago los primeros vuelos.
En su mensaje, García Muñoz Ledo declaró:
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“En Guanajuato estamos listos para recibirlos con los brazos abiertos; seguimos siendo un destino favorito no sólo de México, sino del mundo, por la calidez de la gente”.
Mientras tanto, el cielo comenzó a inundarse de color. El disparo simbólico del primer globo marcó el inicio: un globo con logotipo del FIG ascendió lentamente, seguido casi al mismo tiempo por decenas de aeronaves de distintos tamaños, formas y marcas. Miles de asistentes, muchos con café en mano, presenciataron cómo la cortina de niebla matutina se desvanecía ante la explosión cromática.
La ceremonia incluyó:
Despedida del primer globo: a las 7:00 a. m. se realizó el despegue oficial.
Mensaje de autoridades: se dio lectura al protocolo, agradecimientos a patrocinadores e indicaciones de seguridad.
Banderazo simbólico: la Gobernadora ondeó una bandera monumental mientras los globos comenzaban a inflarse.
Apertura al público: acceso libre desde antes de las 7 a. m., bajo la iniciativa “Viernes de la Gente”.
Una vez en el aire, el espectáculo fue majestuoso: más de 200 globos lanzándose al cielo uno tras otro, surcando el horizonte que rodea la presa. Muchos pilotos maniobraron sus aparatos al ras del agua, reflejando las velas en la superficie como espejos de un amanecer deslumbrante. Además de los globos tradicionales, participaron también dirigibles publicitarios de marcas nacionales que aprovecharon la visibilidad aérea para desplegar sus logotipos sobre el valle. El festival, según la web oficial, reúne “más de 200 globos aerostáticos provenientes de más de 25 países”.
El clima ayudó: viento ligero, cielo parcialmente nublado, temperatura fresca al amanecer pero sin ráfagas fuertes —ideal para el despegue. Los espectadores se acomodaron en gradas improvisadas en la zona del lago y en las bermas laterales de la presa, algunos con mantas, otros con trípodes, todos apuntando sus lentes hacia el firmamento.
Durante casi una hora los globos permanecieron ascendidos y desplazándose lentamente sobre la presa y las áreas verdes adyacentes, permitiendo vistas panorámicas del espectáculo. Luego comenzaron a filtrarse algunos empujados por el viento hacia zonas externas, lo que generó murmullos de admiración: “¡Mira ese pez gigante!”, “¡Ese tiene forma de vaca suiza!”, como habían sido anunciados los globos de figuras especiales provenientes de Suiza, Brasil y Lituania.
Cerca de las 8:15 a. m., la mayoría de los globos ya estaban bien elevados y el público dejó de centrar su atención sólo en el ascenso, para disfrutar también del entorno: el agua tranquila de la presa, el reflejo de las velas, los sonidos del quemador, el murmullo de la multitud. Se respiraba un ambiente de fiesta tranquila, familiar, intrincada mezcla de espectáculo aéreo y convivencia al aire libre.
La organización destacó que este año se espera una derrama económica de alrededor de 800 millones de pesos y una afluencia superior a los 400 mil visitantes.
