León, Guanajuato.- Los pilotos y tripulantes internacionales ya están en León para vivir una nueva edición del Festival Internacional del Globo (FIG) 2025, y su llegada al Parque Metropolitano se convirtió en una celebración por sí misma. Lo que normalmente es un proceso discreto —firmar registro, entregar papeles, recibir número de globo— se transformó en una fiesta de bienvenida que cruzó culturas, idiomas y banderas.
Desde las primeras imágenes se siente el tono del recibimiento
Un cartel gigante donde los visitantes podían escribir mensajes y donde alguien trazó un “Welcome to Mexico” acompañado de un corazón. Esa primera impresión resume el ambiente: hospitalario, ruidoso, colorido y completamente a la mexicana.
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En otra escena, un grupo de asistentes ondea las banderas de México y Francia con la euforia de un estadio. Entre gritos, celulares grabando y manteles llenos de artesanía mexicana, los pilotos fueron recibidos como si fueran atletas llegando a una inauguración mundialista. El mood era de fiesta total: colores, música y muchos rostros extranjeros sorprendidos por el entusiasmo local.
Las fotografías siguen mostrando el contraste cultural que caracteriza al FIG.
Una pareja de pilotos europeos aparece sonriendo, él con tirantes y pantalones de cuero al estilo bávaro, ella con un vestido tradicional; ambos rodeados de árboles y luz de tarde como si hubieran aterrizado directo en una postal mexicana. A su lado, artistas caracterizados en estilo steampunk cargan un globo decorativo del FIG y posan con ellos como si fueran embajadores de mundos distintos.
En otro punto del parque, los pilotos reciben sus kits oficiales y sus números de globo. Se ven bolsas conmemorativas, placas con números gigantes y sonrisas que delatan que el viaje para muchos fue largo, pero la bienvenida lo compensó. Hay abrazos que parecen reencuentros entre colegas que solo se ven cada año, gente grabando historias, y hasta un piloto que levanta los pulgares y grita celebrando la llegada, como si la fiesta hubiera empezado antes del propio festival.
También hubo un toque carnavalesco: personajes con trajes llenos de lentejuelas, estrellas rojas, sombreros gigantes, maquillaje teatral y accesorios inspirados en globos aerostáticos posaban y convivían con los pilotos. Esa mezcla —europeos, estadounidenses, mexicanos, folklor, circo, steampunk, globos gigantes, risas y abrazos— es lo que hace al FIG un evento único. La fiesta no empezó en el cielo: comenzó en tierra, entre abrazos, fotos y bienvenida cálida.
Un festival con acento internacional
De acuerdo con la organización del FIG, este año llegan a León pilotos de alrededor de 25 países, entre ellos Francia, Austria, Suiza, Estados Unidos, Taiwán, España, Brasil, Bélgica y Eslovaquia. Durante los próximos días se espera el despegue de más de 200 globos aerostáticos, convirtiendo al festival en uno de los encuentros de aerostación más grandes del continente.
Lo que se vio hoy en su llegada confirma por qué el FIG es un evento tan querido por las tripulaciones extranjeras: aquí no solo vienen a volar… vienen a ser recibidos como invitados de honor.