LOTERÍA NACIONAL

“Una vez gané $14 mil”: José busca ganar de nuevo en la Lotería Nacional

Entre filas silenciosas, supersticiones y boletos llenos de esperanza, José, adulto mayor que sigue buscando “ese número” que algún día le devuelva la suerte. En Guanajuato, el premio mayor de la Lotería Nacional ha caído varias veces y la ilusión sigue encendiendo filas enteras en los módulos

Imagen ilustrativa del entrevistado y jugador de la Lotería Nacional: José
Imagen ilustrativa del entrevistado y jugador de la Lotería Nacional: José.Imagen ilustrativa del entrevistado y jugador de la Lotería Nacional: JoséCréditos: Gustavo Elias Carreón
Escrito en GUANAJUATO el

León, Guanajuato.- La mirada se le queda fija en los números. José, un hombre de camisa blanca y gorra verde, se detiene frente a un módulo de la Lotería Nacional en Plaza Mayor, en León. Lleva una cartera negra bajo el brazo y una certeza en la cabeza: la suerte existe, solo hay que encontrarla otra vez.

Ciudadano "José" comprando Lotería Nacional Foto: Gustavo Carreón

“Caballero, buenas. Lo acompaño a caminar. Vi que estaba comprando lotería, ¿no? —le preguntamos.

Loading…

—Sí”, respondió sin despegar la vista de los boletos.

José tiene alrededor de 65 años y compra lotería desde hace décadas. No lo hace por costumbre ni por juego. Lo hace por ilusión.

 

“¿Alguna vez ha ganado algo?

—La verdad, nada más una en toda mi vida. Nada más una.

—¿Y qué fue? ¿Un premio mayor?

—No, en ese año, hace mucho tiempo atrás, fueron como $14,000 pesos de antes. No pues era una fortuna.”

 

Aquella vez, dice, fue suficiente para emocionarse. Para volver a comprar un billete de lotería.

 

“Desde ese entonces… no sé… la verdad, mi mamá dijo: estás gastando lo pendejo. Pero no, sí es cierto.”

 

Cuánto gasta y por qué sigue

José no se considera un jugador empedernido. “¿Y cuánto se gasta más o menos al mes en lotería? —le preguntamos.

—No, no, no le mentiré si le diría que me gasto $500. No tanto, pues… un boletito, dos. Dos boletos, tres boletos.

—¿Y eso que valgan $30 pesos como los de ahorita?

—Sí. Por eso, pero no mucho”, responde.

Billetes de Lotería Foto: Gustavo Carreón

Los boletos que observan son los tradicionales de la Lotería Nacional: grandes, con figuras coloridas y premios que van desde 40 pesos por un “cachito” hasta $120 los especiales. En los cristales del módulo destacan dos sorteos actuales: uno con un premio mayor de 17 millones de pesos, con imagen del “XV Aniversario del Vochol”; y otro del Sorteo Gordo de Navidad, que este año reparte 204 millones de pesos en 4 series.

Billetes de Lotería Foto: Gustavo Carreón

Los números están pegados uno junto al otro, formando un muro de promesas. José los recorre con la mirada, como quien busca un mensaje en el código del destino.

Hombre analizando que billete de lotería comprar Foto: Gustavo Carreón

 

¿Ha caído el premio mayor en Guanajuato?

Sí. Aunque pocos lo saben, Guanajuato ha sido tierra de suerte más de una vez.

La Lotería Nacional registra que el premio mayor del “Gordo” ha caído en el estado en distintas ediciones, principalmente en León, Celaya e Irapuato, donde agencias locales han vendido series ganadoras en sorteos superiores. No siempre cae completo en un solo lugar, pero ha habido ganadores de millones de pesos en la entidad.

 

En León, por ejemplo:

En 2010, una administración de la zona centro vendió una serie ganadora de 42 millones de pesos.

En 2017, otra agencia en el bulevar López Mateos vendió cachitos premiados con 600 mil pesos cada uno.

 

La fila eterna de los que creen “por si acaso”

Los módulos de Lotería Nacional en León, como el de Plaza Mayor, nunca están vacíos. No importa si es martes a mediodía o viernes en la tarde: siempre hay alguien comprando. A veces son jóvenes que juegan Melate; a veces señoras que escogen números según fechas de cumpleaños. Y están los de siempre, como José, que vuelven una y otra vez porque ya probaron la suerte una vez.

 

Antes de despedirnos, José aprieta sus boletos nuevos entre los dedos como quien guarda un secreto:

“—No, gracias a usted”, dice, serio.

 

Sale caminando sin mirar atrás, sin hacer ruido, pero cargando la misma esperanza que cruza cada módulo de lotería del país: que quizá hoy sí, quizá hoy cambie su vida.

 

Porque en la lotería nadie compra papel. Compra posibilidad.