León, Guanajuato. Hoy, cuando el pequeño Mateo hubiera cumplido 13 años, familiares, amigos y vecinos de la ciudad de León salieron a las calles para recordarlo y exigir que se haga justicia plena. Al grito de “Mateo, Mateo, quién nos falta en la escuela, en la familia, a sus amigos Somos la voz de Mateo pidiendo justicia”, la manifestación partió del Fórum Cultural Guanajuato hasta la Presidencia Municipal.
La convocatoria surgió de la propia familia del menor, acompañada por su abogado, el licenciado Óscar Mena, y contó con la participación aproximada de 200 personas que marcharon con playeras que mostraban el rostro de Mateo, alas blancas estampadas como símbolo de memoria, y globos blancos que alzaban al cielo en señal de duelo y exigencia.
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¿Por qué marchan?
El reclamo central es doble:
Que el proceso contra el presunto responsable se lleve con estricto apego al derecho, sin que haya atajos legales o beneficios indebidos durante el juicio. Como explicó el abogado Mena, la familia exige que no se permita un procedimiento abreviado que podría implicar reducción de la pena o salidas anticipadas del acusado.
Que se avance en el esclarecimiento de los hechos, que las autoridades aceleren sus protocolos y eviten trámites burocráticos innecesarios que revictimizan a las víctimas.
“El procedimiento abreviado … lo que puede hacer a grandes rasgos es darle beneficios a él para que incluso pueda reducir la pena que probablemente le vayan a imponer el juez en el juicio”, dijo Mena.
La audiencia intermedia está programada para el próximo jueves 23 (horario exacto pendiente), en la que podría definirse si la defensa y la Fiscalía presentan un convenio para ese tipo de procedimiento. La familia ya expresó su “descontento” ante esa posibilidad.
Estado del caso
Estos son los hitos más relevantes:
Mateo desapareció el 4 de febrero de este año cuando salió de la Secundaria Técnica 39, en la colonia Las Mandarinas, de León, Guanajuato.
Fue localizado sin vida tres días después, en un predio ubicado entre León y el estado de Jalisco.
El presunto responsable, identificado como Christian Augusto Jafet, fue vinculado a proceso por los delitos de homicidio calificado, desaparición cometida por particulares y violación, en agravio del menor.
En mayo 2025, un juez federal negó el amparo al acusado, por lo que deberá enfrentar el juicio en prisión, sin poder recurrir a esa vía para llevar el proceso en libertad.
A principios de octubre 2025, la familia nuevamente convocó a una marcha para manifestar su oposición al riesgo de que el acusado busque reducir su condena mediante un procedimiento abreviado.
Voces de la marcha
Durante la caminata desde el Fórum hasta el Arco de la Calzada, los participantes expresaron su dolor, indignación y la firme convicción de que la justicia debe ser ejemplar. Los globos blancos ascendían sobre el bullicio de consignas, mientras las imágenes de Mateo recordaban a todos que “no puede quedar en el olvido”.
El abogado de la familia enfatizó que la marcha “es la voz de Mateo”, y que el clamor es para que su muerte no quede impune, y que el proceso sirva para que otros niños no vuelvan a ser víctimas similares.
¿Por qué este caso moviliza?
Porque involucra al menor de edad, lo que suele generar una reacción emocional fuerte en la comunidad.
Porque la desaparición y asesinato ocurrieron de forma repentina y en un contexto que parecía cotidiano (la salida de la escuela), lo que desestabiliza la percepción de seguridad.
Porque la familia ha mantenido una presencia activa, demandando transparencia y acción de las autoridades.
Porque la posibilidad de un procedimiento abreviado ha despertado el temor de que la sanción no sea proporcional al daño.
Qué sigue
El jueves 23 se llevará a cabo la audiencia intermedia. De ella dependerá si la Fiscalía y la defensa proponen un procedimiento abreviado o si el caso avanza a juicio ordinario.
La familia sigue demandando que se comunique con claridad el calendario procesal, para evitar filtraciones o beneficios inesperados al acusado.
El público y los medios están atentos para verificar que el proceso sea expedito, transparente y ejemplar.
La marcha de ayer marca un antecedente de presión social: la vigilancia ciudadana sobre el caso está activa, lo cual podría incidir en que las autoridades respondan con mayor diligencia.
La marcha simboliza no sólo el reclamo por la muerte de un niño, sino una exigencia de que el sistema de justicia esté a la altura de los hechos cuando las víctimas son menores de edad. La familia de Mateo ha lanzado una alerta: que no haya reducción de la pena, que no haya atajos legales, que no haya impunidad camuflada.
Hoy, Leonenses y guanajuatenses recuerdan a Mateo con dolor, pero también con convicción: la esperanza de que su nombre impulse una justicia que proteja a los más vulnerables.
