León-. En León recuerdan con un gran cariño a los distribuidores de revistas Nano’s y Pancholín que estaban en el Portal Guerrero en la zona centro de León, todo mundo iba a comprar ahí: posters, libros, novelas, revistas y periódicos, había de todo.
De Nano’s ya solo queda el recuerdo de un local amplio de fondo, repleto de revistas y una vasta variedad de contenido impreso en papel y para todas las edades, antes de la llegada de Internet y las páginas web, en Nano’s había qué leer, pero León y los leoneses se transformaron. Pero los tiempos han cambiado.
Los leoneses que nacieron en los últimos años de los 80 y que fueron niños en los 90 recuerdan este gran local al que sus padres, tíos o abuelos, llevaban para comprar alguna revista o periódico de circulación nacional como El Universal, La Jornada o Excélsior.
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Luis Enrique Arellano tiene su puesto de revistas en el Portal Guerrero desde hace 70 años y recordó que Nano´s: “Fue el primer distribuidor de aquí de León Guanajuato, estaba aquí a un lado de Bisquets Obregón, ahí llegábamos a surtir, después se quedó la pura venta y la distribución se la llevaron a Hermanos Aldama”.
Dentro del local se recuerda un letrero que decía: “Prohibido hojear los libros”.
Nano’s era la pequeña Alejandría del León de los setentas, ochentas y noventas, ahí se podían encontrar todo tipo de saber desde novelas clásica, a fotonovelas de El Santo, revistas de mecánica automotriz, Muy interesante, la revista de Cómic Mad: el famoso niño a cuya sonrisa le faltaba un diente.
León era otro en ese entonces, las mujeres buscaban ediciones mensuales de revistas como Para Teens, Claudia, Kena, Vanidades, Cosmpolitan, Mari Claire, portadas en las que se enmarcaban mujeres de rostros afilados y sonrisas amables.
Pero también en Nano’s se vendían posters; se guardaban como si fueran pergaminos, enrollados en espacios cuadriculados y con el número de cada imagen que se exponía. Allí estaban los sueños de hombres y mujeres que por una cantidad podían llevar a casa un poster con la estrella o el automóvil de sus sueños.
“Se acabó por el internet, los hijos ya no le quisieron seguir al negocio, el auge de Nano’s fue del 70 al 92… 93, fue el auge de toda la revista, acabaron en 2005. La revista la gente ya no la busca, el libro lo busca la gente porque todavía les gusta leer, había mucho libro y no había tanta competencia” explicó Luis Enrique que todavía tiene su kiosco de periódicos y revistas.
Antes se leía al Kaliman, el Memín Pinguín, Hermelinda Linda, Aventuras de Aniceto, El Solitario y El Libro Vaquero, todo eso había para leer antes de la llegada Mainstream, del primer Iphone anunciado por Steve Jobs, del apabullante mundo de las redes sociales, los cientos de podcast, los YouTubers y sus caneles, antes de eso en León estaba Nano´s.