León-. Todavía quedan algunos árboles de lo que antes fuera una extensa hilera de alamillos que no solo adornaban la ciudad con su coloración verde y amarilla en otoño, sino que también ofrecían un gran beneficio ambiental, con el paso del tiempo fueron quitándose hasta quitarle esa vista que solo la naturaleza es capaz de ofrecer, León entonces tenía más árboles.
Las fotografías los comprueban: grandes árboles se alzaban sobre el bulevar Adolfo López Mateos brindando vida y sus servicios ambientales a toda una urbe. La especie que abundaba en esta avenida es comúnmente llamada alamillo, álamo temblón, álamo blanco.
Todavía queda la memoria de esos ejemplares, en fotografías de periódicos de la década de los ochentas, en las que se puede observar que el Adolfo López Mateos era una avenida arbolada repleta de álamos.
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Jesús Acosta recuerda que los álamos estaban plantados cada 6 y 7 metros ya que, entre cada espacio, podían caber dos vehículos. La hilera de álamos empezaba desde el Instituto Mexicano de Seguridad Social de la T-1 hacia el centro y después solo en el camellón central hasta lo que hoy Centro Max
Los alamillos fueron plantados en los ochentas a lo largo del Adolfo López Mateos. El alamillo (Populus tremuloides) como se le conoce en Guanajuato, de acuerdo información de la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial (Smaot) es una especie nativa de México, sin embargo, el concepto que se tenía de las hojas de los árboles era de basura, hasta la fecha se tiene la creencia de que las hojas son basura, esa fue una de las razones que motivaron a las autoridades municipales a quitarlos
El alamillo es una especie nativo de México habita los bosques de encino, también de pino encino y encino, crece en montañas y cañadas en ríos y arroyos.