HISTORIAS DE LEÓN

Tristeza infinita: así velaron a las 4 mujeres y a sus hijos

En el interior de una vivienda en le barrio de Bellavista en León fue velada la familia que fue asesinada tras un ataque armado en la colonia Industrial

Por
Escrito en GUANAJUATO el

León-.  Los retratos de tres mujeres que sonrían estaban al pie de los féretros. Ahí estaban Aracely Mares, sus dos hijas Ana Cristina y Nayeli Yaret Guadalupe Ramírez Mares, y su nuera Naomi Narayama. A un costado, cerca de la puerta, estaban dos ataúdes de color blanco: los de los bebés.

Tragedia en Chapalita. Una familia: la madre, la abuela y sus dos hijas, sus dos nietos y la nuera, sicarios del narcotráfico les quitaron la vida en instantes.

Los parientes de la familia de Aracely, Ana, Nayeli y Naomi se reunieron este miércoles en la calle Campeche, fueron velados en una habitación pequeña en donde apenas cabían los seis féretros. En la casa sonaba música solemne, mientras un hombre se encontraba recargado en silencio sobre el cristal del ataúd de lo que parece el retrato de la mujer más joven. Todos los féretros tenían las tapas abiertas, solo faltaba el retrato de una de las mujeres, la fotografía de una de ellas se encontraba encima de una biblia.

La tarde de este 12 junio fue velada la familia que perdió la vida por un ataque armado que fue perpetrado la noche del pasado domingo 9 de junio por la noche en el interior de una vivienda de la calle Pénjamo en la colonia Industrial. Un hecho que conmocionó a México.

En la habitación en la que fue velada la familia había más retratos, arriba de una ventana que da hacia la calle: fotografías de una primera comunión, y la de una boda, entre otros retratos familiares.

En el interior de la vivienda los cuatro féretros ocuparon el espacio de la sala, estaban adornados con arreglos flore de rosas rojas, otras rosáceas, de margaritas blancas; detrás se encontraba la imagen de Jesús Cristo envuelto en una túnica y a un lado la imagen de Nuestra Señora De Guadalupe con su manto estrellado, en una esquina la imagen de San Judas, a un lado un niño lloraba sentado con la cabeza baja, escondida entre sus brazos cruzados.

Los féretros de los pequeños estaban adornados con globos blancos, debajo de sus ataúdes también había flores, margaritas blancas, y el recuerdo de la bebé en un retrato, ella también sonreía. El niño no tenía retrato, los niños estaban acompañados de mujeres vestidas de negro, las tapas de sus cajas también estaban abiertas. Afuera del espacio donde las velaron estaba la familia, vecinos y los allegados rezaban, lloraban, y pedían por las mujeres y los dos pequeños difuntos.