León.- Los señalamientos de tránsito son claros: No estacionarse. Indican bien dónde empieza y dónde termina el espacio para dejar el vehículo, pero los automovilistas que llegan al templo de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, en Jardines del Moral, hacen como si no los vieran.
Ya es una costumbre que tiene varios años. “Aquí nomás voy luego luego a misa”, suelen decir los infractores, habituados ya a cometer la infracción, sin importarles siquiera tapar las rampas para sillas de ruedas. Primero ser cristiano, luego cumplir.
Los oficiales de vialidad que patrullan por la zona ya ni siquiera intervienen. Qué más da, si el problema va a continuar. Pasan, ven y siguen de largo, sin una llamada de atención por lo menos.
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La iglesia fue construida al centro de una glorieta entre las avenidas León y Guanajuato, zona con alta afluencia vial sobre todo en horas pico, donde la necesidad de maniobrar por culpa de los mal estacionados hace que el tráfico se vuelva lento y con riesgo de algún accidente.
Y como es un templo también con alta demanda de servicios, pues muchos leoneses quieren celebrar ahí sus ceremonias de XV años, bodas y primeras comuniones, la situación se agrava los fines de semana. No hay muchos lugares de estacionamiento en los alrededores, y las personas que viven en la zona se previenen colocando cubetas para impedir que alguien se estacione y les bloquee la cochera con el argumento de que “nomás voy a misa”.
Los vecinos hay solicitado de manera constante la intervención de la Policía Vial, pero nunca llega. No hay registros de que la grúa haya recogido ahí algún automóvil, y ni siquiera de que les hayan aplicado una sola multa.
cv