Don Mario se compadeció de una pareja que vivía en situación de calle e, intentando ayudarles, les ofreció su casa para que pudieran tener un techo sobre sus cabezas y descansar, pero su gesto aparentemente generoso acabó con su muerte, pues José Rafael, una de las personas a la que le dio asilo, lo mató. ¿Por qué? Porque Don Mario le pisó el pie.
Mario vivía en la colonia Obregón, cerca del Centro, una zona donde la indigencia abunda, por lo que el hombre de 50 años de edad decidió facilitarles a 2 de ellos un cuarto que tenía en su casa. Su gesto extrañó a los vecinos y familia quienes tenían un mal presentimiento de ello, pero finalmente nada podían hacer para impedirle a Don Mario hacer lo que deseaba.
Intentaron intervenir, sobre todo cuando dentro de la casa ubicada en la calle Limbo, se comenzaron a escuchar gritos violentos, pero Don Mario se rehusó a escuchar sus preocupaciones. Le insistían que el hombre, quien usaba andadera, y la mujer que lo acompañaban sufrían de adicción, pero nada de ello fue suficiente para convencerlo de no darles la bienvenida.
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El 6 de febrero, las peleas que antes no pasaban de los gritos escalaron a los golpes y acabó con la muerte de Don Mario. Sus vecinos fueron quienes lo encontraron, pues antes de ser asesinado, el hombre de 50 años de edad alcanzó a gritar.
¿Por qué lo mataron? José Rafael, apodado “El Gallo”, mismo confesó su crimen ante el juez. Horas antes de su juicio oral, el hombre admitió su acción y relató cómo fue: reveló que estaba dormido en una colchoneta cuando Don Mario le pisó el pie, lo cuál le molestó y fue así como comenzó la pelea que terminó en un homicidio.
“Le dio asilo en su casa, lo pisó y eso fue suficiente para asesinarlo a palazos”, indicó la Fiscalía de Guanajuato.
La Unidad de Homicidios a través del Ministerio Público obtuvo en procedimiento abreviado que “El Gallo”, fuera sentenciado a 8 años de cárcel por el homicidio de Don Mario.
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