León.- Los leoneses, actualmente adultos mayores, recordarán, principalmente durante las vacaciones de Semana Santa y por ser temporada de calor, la visita familiar que realizaban a los balnearios de moda de los alrededores, algunos todavía activos y otros ya desaparecidos.
Recordamos, por ejemplo, Los Tanques y Los Carrizales de San Francisco del Rincón, El Carey de Lagos de Moreno, y en León Los Toboganes y los “días de playa” en Semana Santa en las orillas de la Presa El Palote.
Los Tanques y Los Carrizales
Quienes visitaban Los Tanques, en San Pancho, acudían atraídos por los atractivos del lugar, para sumergirse a las aguas sulfurosas con propiedades curativas, en tinas privadas, albercas, toboganes, juegos infantiles, sanitarios, regaderas y vestidores, todo dentro de un ambiente de convivencia y diversión.
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Los leoneses aprovechaban la cercanía, para que disfrutar de un fin de semana y periodos vacacionales como en la presente Semana Santa, lo mismo que en Los Tanques, en Los Carrizales, balneario localizado también en San Francisco del Rincón, en sus límites con Purísima del Rincón, donde podrían disfrutar de dos albercas, un chapoteadero, toboganes, restaurante, juegos infantiles, vestidores, sanitarios y áreas verdes.
Balneario de Comanjilla
Los amantes de los balearios tenían también la opción de acudir al balneario de Comanilla, que cada periodo vacacional de Semana Santa registraba tumultos y que tras ser renovado ahora cuenta con 6 toboganes gigantes, área infantil, mini toboganes, alberca, agua termal de manantial, alberca de olas, tinas individuales con agua de manantial, pista de baile, música en vivo, y hasta un snak bar, una estructura que anteriormente no contaba.
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Los espacios en León
Y sin necesidad de salir de León, también es se encontraba el balneario El Tréboll el cual que era conocido como Los Toboganes porque llegaron con esa moda a León, el cual estuvo ubicado en lo que es hoy la estación de transferencia del Sistema Integral de Transporte (SIT) de Timoteo Lozano.
Al principio era sólo una alberca ubicada a las afueras de la ciudad y con el paso de los años se construyó el balneario, con sus vestidores y el vapor, una palapa para la sombrita y le hicieron su entrada. Y fue un lugar de visitantes para todas las edades
"La playita leonesa"
Otro espacio, aunque no era balneario, era "la playa" más concurrida en Semana Santa, ubicada en las orillas de la Presa El Palote, donde se acostumbraban los “días de campo familiares”, antes de que entrara en funciones el Parque Metropolitano.
El lugar se abarrotaba de familias, muchos hombres y mujeres estrenaban en el lugar sus trajes de baño, llevaban sus tortas, sándwiches y tortillas para hacer tacos de sardinas que llevaban enlatadas y aún cuando en la actualidad se siguen reuniendo familias, ahora lo hacen en espacios sofisticados para consumir sus alimentos, con banquitas y hasta parrillas para asar carne.