Las 7 cazuelas: la historia detrás de una tradición muy guanajuatense

León.- Con la llegada de la Cuaresma, en pocas casas del Estado de Guanajuato así como en las cocinas tradicionales de los barrios de León como El Coecillo, San Miguel, Barrio Arriba; o bien, en  los mercados se prepara aún, las típicas 7 cazuelas.  Las 7 cazuelas, representan los 7 días de la Semana Santa, un platillo por cada día y va de la mano a los días que Jesús pasó en el desierto y, aunque ya no todos acostumbran preparar estos platillos, es una tradición importante en la religión católica.

Los platillos que conforman esta tradición son: la sopa de habas, sopa de lentejas, las tortitas de camarón con nopales y pipián, el filete de pescado, las torrejas, la capirotada, dulce de chilacayote y agua de obispo o agua de ensalada (elaborada a base de agua de betabel, con rodajas de plátano, naranja y lechuga; endulzada al gusto).

Según la tradición de la iglesia católica, las 7 cazuelas tienen su origen en los rituales de la Semana Santa pues cada uno de los manjares representa los 7 templos que los fieles acostumbran visitar durante la noche del Jueves Santo para recordar la Pasión de Jesús, desde la última cena con sus discípulos, seguido de su estancia en casa de Anás, luego la casa de Caifás, el palacio de Poncio Pilatos, el de Herodes, su regreso ante Poncio Pilatos, y finalmente el Monte Calvario, donde fue crucificado.

El alimento de las 7 cazuelas que se debe comer al final es la capirotada, ya que es el postre y, además de eso, cada uno de sus ingredientes tiene un significado: el pan es el cuerpo de Cristo, el piloncillo simboliza su sangre, el queso es la sábana con la que se envolvió a Cristo después de la crucifixión, la canela representa la madera de la cruz y la alegría es la felicidad de que pudo resucitar al tercer día.

Tras una jornada de ayuno en el Viernes Santo, se acostumbra que las familias católicas consuman los alimentos de las 7 cazuelas. Lo que sirve para recordar los pasajes bíblicos de la fecha y además para la convivencia familiar en torno a la mesa.

Y aunque no hay un origen específico de dónde surgieron estas preparaciones, hay lugares del Bajío mexicano como Guanajuato,una parte de Aguascalientes y en los Altos de Jalisco, dónde aún se preparan estos antojitos mexicanos alusivos a la Semana Santa.

PR