León.- Fueron, en su tiempo, propuestas arquitectónicas modernas y creativas; diseños que despertaron críticas más favorables que contrarias, pero con el paso del tiempo se convirtieron en objetos quizás utilitarios, más de dudoso valor estético.
Y están a la vista de todos los leoneses, incluso ostentándose con pretensiones de representativas. Un rápido recorrido por la ciudad permite observar y juzgar.
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Glorieta Hamburgo
Fue símbolo de modernidad y progreso en la ciudad, con un diseño que sorprendió a los leoneses de hace más de 4 décadas, durante la administración municipal encabezada por Harold Gabriel Appelt. La avenida Paseo de los Insurgentes era entrada a la ciudad para los que venían de Lagos de Moreno, y sobre el bulevar López Mateos no había mucho más que ver más allá del Seguro Social. Una gasolinera -de las pocas que había en León-, el club Juventudes, Plaza Insurgentes y el supermercado Mi Tienda complementaban el panorama.
En esa intersección había una glorieta que durante años estuvo rematada con una escultura de Benito Juárez, de la cual ya muy pocos se acuerdan, hasta que el gobierno de la ciudad de Hamburgo donó la fuente que le dio su nombre a esa glorieta. El conjunto gris y modernista tenía algo bello: la caída del agua; sin embargo, hace mucho que dejó de funcionar como fuente y también desde hace muchos años quedó oculta por el puente de Paseo de los Insurgentes.
Antorcha del Bicentenario
Se inauguró con mucha pompa por la conmemoración de los 200 años del inicio de la Guerra de Independencia. Su diseño se inspira en el mural “Lucha social” de José Clemente Orozco, y lo desarrollaron los arquitectos José Pareja y Jesús Hernández. Sus 45 metros de altura -10 de concreto y 35 de acero- dan la bienvenida a la ciudad a quienes llegan por Paseo de los Insurgentes. Al estar en una orilla de la ciudad, no todos los leoneses la han visto en directo.
Puerta del Milenio
Otra estructura creada con motivo de una fecha conmemorativa es la Puerta Milenio o Puente Milenio, inaugurada el 31 de diciembre de 1999 para dar la bienvenida al año 2000, y dar también la bienvenida a los miles de personas que diariamente entran por ese que es el principal acceso a la ciudad por el lado oriente. En su financiamiento participaron empresarios locales y el gobierno municipal aportó solamente una parte de su costo.
Hoy luce sucio y abandonado, pero al menos es práctico como puente peatonal.
El diseño, explicó su creador, “plasma la relación de los españoles con los chichimecas”. Así de fea fue la relación.
Las esculturas amarillas
Aparecieron de la noche a la mañana como elementos presuntamente ornamentales en el bulevar Aeropuerto. Se trataba de un conjunto escultórico de figuras geométricas en un llamativo color amarillo. Algunas fueron retiradas y otras permanecen.
Puente del amor
Una estructura funcional por el servicio que brinda a cientos de peatones que transitan por la Calzada de los Héroes, y convertida en parte de un paseo familiar dominical, obra inaugurada por el alcalde Ricardo Sheffield Padilla con pretensiones de imitar puentes europeos donde los enamorados colgaban candados para patentar su amor. El propio Sheffield así lo hizo y pronto los barandales se atiborraron de candados.
Animales falsos
En el cruce del libramiento Morelos y el bulevar Ibarrilla, que conduce al Zoológico de León, están unas figuras de animales en tamaños fuera de proporción, hechas de fibra de vidrio. Es bonita la referencia y orientación hacia el Zoo, pero las presuntas esculturas además de carecer de la escala correcta, atentan contra todo buen gusto.
Distribuidor Benito Juárez
Esta importante obra vial no le quedó a deber tanto a la estética como al diseño. Es funcional y ha contribuido de forma eficiente a desahogar el tránsito en la zona norte de la ciudad, pero transitarlo en el sentido poniente-oriente es la aventura de ir en un tobogán ondulado. Es un riesgo transitarlo en días de lluvia, pues tiene en nada honroso privilegio de ser el único puente que se inunda en su parte superior.