León-. Calaveritas danzantes con sus faldones y sombreros, serpientes, demonios, políticos con la cabeza grande, revolucionarios mexicanos en batalla, generales porfirianos, santos, fiestas y fenómenos astronómicos y sucesos ilustres del siglo XIX, fueron parte del fecundo trabajo que el artista gráfico, José Guadalupe Posada Aguilar dejó en León, como lo fueron las fiestas de su fundación el 20 de enero de 1876.
José Guadalupe Posada Aguilar fue un prolífico grabador y dibujante que dejó huella con su talento en la vida de los leoneses. Las litografías religiosas fueron parte de su trabajo habitual durante bastante tiempo. Realizó la litografía del Santo Patrono de León, San Sebastián Mártir.
De acuerdo al libro El Grabado en Guanajuato de Jesús Verdín Saldaña el ilustrador hidrocálido, Posada llegó a León en el año 1872 con su maestro Trinidad Pedroza y juntos pusieron un taller de litografía. Ambos se anunciaron en una tarjeta fechada el 15 de mayo de 1872, en el número 14 de la Calle del Indio Triste, que hoy es Gante.
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Su estancia en León fue de 1872 a 1888. Trabajó para la fábrica de cerillos La Victoria en donde realizó un serie de veinticuatro personajes que caricaturizó: toreros, militares, y personas con enorme cabezas de caballo, burro y chivo. Su trabajo con los impresores leoneses fue en su mayoría estampas religiosas como Nuestra Señora del Refugio, Virgen de la Luz, Nuestra Señora del Rosario, Señora San José, San Sebastián.
El caricaturista y pintor ilustró a La Madre Santísima de la Luz y las fiestas populares de León como los carros alegóricos de los festejos del 20 de enero de 1876, con la Casa de las monas al fondo. En el año de 1888 un 18 de junio una fuerte tormenta azotó León provocando una terrible inundación que acabó con cientos de vidas y bienes materiales, el fenómeno climático provocó que Guadalupe Posada emigrara hacia la Ciudad de México ya que perdió su taller en la ciudad.
El grabador también ilustró la Catedral Metropolitana de León, el Teatro Manuel Doblado y la Plaza Principal en el periódico de la Gacetilla. Fue profesor de la Escuela de Instrucción Secundaria en la ciudad.
En León Posada ilustró el libro La moral práctica de T.H. Barrau impreso por Manuel García Moyeda. El maestro grabó y dibujó toda una época: el México del siglo XIX. Ilustró cajetillas, libros, revistas, folletos, periódicos, carteles, volantes, etiquetas, acciones, exlibris, esquelas, diplomas, bocetos, carteles, hojas volantes, aguinaldos y anuncios.
"El tema del infierno como una gran terrible boca en llamas está presente en la obra de Posada de su etapa leonesa. La Virgen de la luz es la patrona de la ciudad de León, el grabador hace un par de litografías con ella donde se aprecia como carga con un brazo al Niño Jesús mientras que con la mano que le queda libre rescata un alma que está a punto de ser devorada por el monstruo infernal" dice el libro José Guadalupe Posada. Edición conmemorativa. Coedición de la Dirección General de Publicaciones (DGP) del Conaculta y el Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA).
José Guadalupe Posada Nació el 2 de febrero de 1852 en Aguascalientes, ingresó a la Academia Municipal de Dibujo en Aguascalientes en 1868. Entró al taller litográfico como aprendiz de litografía de Trinidad Pedroza quien lo introdujo a la creación de imágenes periodísticas.
El Jicote primeros dibujos y caricaturas
Durante su adolescencia José Guadalupe Posada inició como caricaturista político en el periódico El Jicote: “Periódico hablador pero no embustero, redactado por un enjambre de avispas”.
Carlos Monsiváis escribió en su libro “Los mil y un velorios, crónicas de la nota roja en México": “En la ciudad de México en la dictadura de Díaz, el grabador José Guadalupe Posada (1868-1913) convierte los crímenes más notorios en expresión artística y ve en los hechos de sangre los cuentos de hadas de las mayorías. No la viejecita que vivía en un zapato ni el gato con botas, sino el horrorosísimo crimen del horrorosísimo hijo que mató a su horrorosísima madre o una mujer que se divide en dos mitades, convirtiéndose en bola de fuego. En las Gacetas callejeras”.
El caricaturista mexicano que ilustró el siglo XIX influenció a artistas del siglo XX como Diego Rivera y José Clemente Orozco, su obra continua vigente pues sus grabados influencian a los artistas contemporáneos. Los grabados hechos en León dieron también identidad a los leoneses pues ahora son ícono de la cultura local y de la cultura de México ante el mundo. Este 20 de enero se recuerda el 110 aniversario luctuoso del grabador mexicano, falleció en 1913.