Dolores Hidalgo, Guanajuato.- La Presidenta Claudia Sheinbaum prepara su primer Grito de Independencia y, hasta ahora, todo apunta a que lo hará desde Palacio Nacional. Ella misma lo adelantó: habrá “bailongo” en el Zócalo de la Ciudad de México, con verbena y concierto popular. El 2 de septiembre se revelará el cartel artístico, pero lo que ya es un hecho es que la ceremonia central será en la capital del país. En Dolores Hidalgo, la Cuna de la Independencia, será el gobierno de Guanajuato quien encabece la ceremonia, como ha ocurrido en los últimos años.
El contraste inmediato es con Andrés Manuel López Obrador.
Durante sus seis años de gobierno nunca se trasladó a Dolores a dar el Grito, a pesar de que históricamente existía la idea de que, al menos en el quinto año, el presidente debía acudir a ese sitio emblemático. AMLO prefirió anclar todos los festejos en Palacio Nacional, con una narrativa centrada en el Zócalo y en espectáculos de corte popular. En Dolores, la ausencia presidencial fue evidente y se convirtió en un vacío simbólico que marcó distancia con una de las ciudades más cargadas de historia en la liturgia patria.
Te podría interesar
La pregunta es si Claudia Sheinbaum podría marcar una diferencia.
Aunque este año parece improbable por la carga política y logística de inaugurar su mandato con un Grito multitudinario en la capital, la relación que mantiene con la gobernadora de Guanajuato Libia Dennise García Aburto abre una ventana interesante. A diferencia de la tensión que caracterizó la relación de AMLO con Guanajuato, Sheinbaum ha mostrado disposición al diálogo y coordinación, especialmente en temas de seguridad. Ese vínculo podría ser la puerta para que, en próximos años, la presidenta busque reconciliar a la Federación con la Cuna de la Independencia.
No hay que perder de vista que un gesto de ese calibre tendría un valor político fuerte: marcaría contraste con López Obrador, tendería puentes con un bastión opositor y reforzaría la idea de que Dolores Hidalgo debe recuperar un lugar central en la narrativa nacional de las fiestas patrias. Si bien este 15 de septiembre el escenario está definido en el Zócalo capitalino, la expectativa queda abierta para que, en el transcurso del sexenio, Claudia Sheinbaum se atreva a devolver el Grito presidencial a la tierra donde comenzó la Independencia.