Guanajuato.- Ahora más que nunca el PAN requiere a un auténtico líder en León. No a un empleado. Ni un gerente. Se requiere a un panista que conozca la lucha democrática de los años ochenta (cuando no había dinero, ni huesos), y que dimensione lo que fue el partido antes y lo que debe ser ahora.
No está sencillo. No hay muchos panistas que comprendan lo que es trabajar por León, sin contratos, ni negocios de por medio, con el firme propósito de construir un mejor país para todos. Se trata de la última llamada para el blanquiazul.
O eligen a un líder serio y responsable que recuper la mística y los ideales, o designan a un gerente de la agencia de colocaciones que reparta los huesos y cuide los negocios, de aquí, hasta que les dure el poder, frente al avance de Morena. El momento es crucial.
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En las próximas semanas se realiza la asamblea para elegir al nuevo dirigente municipal del PAN y hay varios precandidatos. Primero ahí está Javier Torres, el secretario del Congreso del Estado.
Ahí está también Freddy López, el hijo de Gilberto López. Ahí está el profesor Ramón Hernández, por el bando de Miguel Márquez. Y además se quiere apuntar Jorge Carlos Obregón, ex presidente municipal de León. El futuro está en juego.
Se necesita a un Juan Manuel López Sanabria. Un Miguel Segura. Un Alfredo Ling Altamirano. Un Jorge Dávila. ¿Acaso ya no hay panistas como esos?
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FN