Guanajuato.- La canícula, ese periodo de sequía y aumento de temperatura que comenzó el pasado 3 de julio y durará cerca de 40 días, este año viene de agua, en lugar de calor. Esto fue lo que explicó un experto.
Durante la canícula es característico el incremento de la temperatura y la disminución general de las lluvias. Sin embargo, en León esta vez el fenómeno no se comporta como en otros municipios de Guanajuato. Aquí las lluvias no sólo continúan, sino que ya no son atípicas, van a estar constantes; las que antes conocíamos como trombas ahora van a ser como ‘mini trombas’ o lluvias normales.
Este comportamiento indica que la canícula en León no se presentará de la manera tradicional con calor seco, sino más bien con lluvias fuertes y persistentes, y se pronostica que esto podría prolongarse hasta el mes de septiembre.
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Hasta el momento, Guanajuato tiene un acumulado de 153 mm en lo que va de la temporada de lluvias, según Roberto Castañeda Tejeda, ex presidente de la Cuenca Lerma-Chapala. Esto se refiere al aumento en los niveles de agua registrados, luego de las lluvias de estos días, en los cuerpos y concentraciones de agua del estado, como presas, arroyos, ríos, entre otros.
El escenario afecta de manera diferente según la región. En algunos municipios como Irapuato, aunque no ha dejado de llover, las lluvias son aisladas y van de moderada a fuerte intensidad. En León y Guanajuato Capital particularmente, no ha sido así, pues las trombas continúan constantes y con grandes cantidades de agua.
León y gran parte de Guanajuato se mantienen con un clima de tipo subtropical - subhúmedo, con lluvias y humedad. En promedio, julio es el mes más lluvioso del año, pero la temporada este año comenzó desde el pasado mes de mayo.
La continuidad de las lluvias incluso ahora durante la canícula ha generado un descenso en la temperatura, en lugar de un aumento, lo que ha ayudado a regular las condiciones ambientales en la región; pero también implica riesgo de posibles afectaciones en zonas vulnerables, como encharcamientos, el desbordamiento de presas y los accidentes derivados de la presencia de agua en las calles.
Según el pronóstico, se espera que la temporada de lluvias continúe hasta el mes de septiembre, aunque para entonces de manera más esporádica y en menor intensidad.
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FN