San Miguel de Allende.- No hubo arquitecto ni planos. Detrás de la imponente Parroquia de San Miguel Arcángel hubo un albañil autodidacta sanmiguelense, llamado Zeferino Gutiérrez Muñoz.
Zeferino nació en 1840 en San Miguel de Allende, y aunque no tuvo estudios formales, tenía una habilidad extraordinaria para usar esa piedra rosa que predomina en las casonas y monumentos de San Miguel: la cantera. Quizá fue por eso que a finales del siglo XIX, le confiaron a él la tarea de renovar la antigua fachada barroca de la parroquia central de la ciudad.
Su inspiración vino, nada más y nada menos, que de postales y grabados de catedrales europeas, especialmente la de Colonia, Alemania, que había visto en revistas. Con eso en mente, diseñó una fachada que mezclaba el estilo neogótico con el carácter artesanal mexicano.
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Zeferino no construyó la parroquia desde cero, sino que solo la renovó. Sin embargo, fue ese gran cambio lo que la convirtió en el emblema de la ahora Ciudad Patrimonio, consolidándose además como la obra maestra de aquel albañil.
Cantera rosa del volcán "Palo Huérfano" y talento sanmiguelense
Para levantar la nueva fachada, lo primero que Zeferino hizo fue buscar los materiales que iba a usar para lograr aquello que tenía en mente. Eligió cantera rosa, proveniente de un volcán cercano ya extinto, que es lo que le da esa tonalidad rosada - salmón a la parroquia. El diseño incluyó pináculos, arcos ojivales y una aguja central, que hoy se pueden ver desde casi cualquier punto del centro histórico.
Sin estudios académicos, pero con una gran habilidad, Zeferino creó una obra única, considerada por muchos como el símbolo más emblemático de San Miguel de Allende. Además de la Parroquia de San Miguel Arcángel, también construyó altares, pórticos y cúpulas en otros templos de San Miguel de Allende.
¿Dónde ver su legado?
Aunque no hay monumentos oficiales que lleven su nombre, Zeferino Gutiérrez está presente en el alma de la ciudad, pues además de las placas conmemorativas en el atrio de la parroquia que destacan su trabajo, en San Miguel también hay un parque que lleva su nombre.
.Además, Zeferino también llevó a cabo obras en un Pueblo Mágico vecino: Dolores Hidalgo. Allí se pueden encontrar otras construcciones religiosas donde dejó su huella, como la torre de la iglesia de San Rafael.
La próxima vez que levantes la vista frente a la parroquia, recuerda a Zeferino Gutiérrez, el hombre que soñó con Europa y la talló en piedra mexicana.
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FN