Purísima de Bustos-. La tradición de los coquitos se celebra el jueves y el viernes santos en Jalpa de Cánovas, cada año reúne a miles de personas para encontrar suerte en el amor a través de la adivinación entre un hombre y una mujer.
Los coquitos no son los clásicos dulces, son pequeños cocos de aceite que se traen desde la costa. La tradición es una de las más antiguas del pueblo. Se celebra en las noches de jueves y viernes santos en la plaza principal de Jalpa de Cánovas.
El pretexto es verse, es adivinarse ¿sonreírse? El rosarse las manos, buscar el tacto para saber si existe la química adecuada para intercambiarse números de teléfono, ahora: perfiles de Facebook, de Instagram, y, en algunos casos, un beso discreto en las bancas del parque.
Te podría interesar
Luis Cabrera Torres, historiador de Jalpa de Cánovas compartió a La Silla Rota que los coquitos son todavía una forma de cortejo antiquísima en Jalpa: “Era la forma en la que se llevaban los noviazgos y en esos días, de jueves y viernes santos no había limitaciones en el sentido de que podían salir las muchachas, venir a la plaza y jugar a los coquitos, todo mundo anhelaba que se llegara el día”.
La forma de jugar es que la dama mueva el coco con su mano, lo empuñaba y deja la puntita hacia abajo del coco, el pretexto era tomar de la mano a la dama y golpear el coco. Los coquitos se da en las noches de los días santos, todos se reúnen en la plaza principal y esos días los visitantes pueden conocer a alguien y conseguir pareja.
Cabrera Torres explicó en qué consiste la tradición de los coquitos: “Los cocos se mantienen en la mano, cuando es por golpe uno de los dos mantiene el coco en su mano y la pareja le toma la mano por la parte de abajo y se ve el coco en la parte superior golpeando al que tiene el joven en la mano”.
“Allí tenía uno la oportunidad de platicar con ella, sino hasta agarrarle mano que era algo totalmente fuera de lo normal, era la forma de jugar a los cocos”.
El juego de los coquitos se juega de distintas formas: “La otra está una mano sobre la otra, la del joven y la dama, unas manos sobre la otra para adivinar si son pares o si son nones, tienen la mano empuñada, cerrada para que no se vea la cantidad de cocos, era el pretexto de tomar la mano a la muchacha, esa era la finalidad