Guanajuato.- Alumnos de la Universidad de Guanajuato abuchearon al senador de Morena, Gerardo Fernández Noroña, y lo obligaron a salirse del campus sin concluir el evento al que fue invitado.
“¡Que se baje!, ¡que se baje!, ¡que se baje!”, gritaban los alumnos en el patio central de Universidad de Guanajuato, en la capital del Estado.
“¡Fuera!, ¡fuera!, ¡fuera!, ¡fuera!”, le gritaron los alumnos.
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Algunos estudiantes llevaban carteles con fotografías de Noroña con los ojos vendados y con frases críticas y reclamos al senador del Movimiento de Regeneración Nacional.
Los organizadores y profesores trataron de calmar a los estudiantes y pedirles que respetaran al senador de Morena, pero los alumnos continuaron con sus gritos.
“Permítanme. Permítanme. No me parece correcto. No puede ser que la mayoría de la gente que está escuchando, que se suban y que se suban al presidium y que les permitan reventar la asamblea. Esa no es manera de conducirse, si quieren protestar que protesten”, dijo Noroña en el micrófono. Pero los estudiantes incrementaron sus abucheos y sus gritos de “¡fuera!¡fuera!”.
-Señor Senador, yo tengo varias preguntas para usted, usted dijo que su viaje… Usted se ha presentado como uno de los principales defensores de la austeridad republicana -dijo una profesora en el micrófono, en medio de los abucheos.
Pero el Senador de Morena la interrumpió.
- No voy a oir, porque ustedes no están respetando.
- Usted se ha presentado como uno de los principales defensores de la austeridad.
- Compañera profesora no ponga el desorden -dijo Noroña.
- Es un diálogo, venimos al diálogo -le contestó ella, en medio del griterío.
El auditorio comenzó a abuchearlo con mayor intensidad.
“Es evidente que un pequeñísimo grupo vino con la intención de reventar”, dijo Gerardo Fernández Noroña, y los alumnos incrementaron sus gritos y abucheos.
Al final, el senador Gerardo Fernández Noroña se envalentó y comenzó a decir con fuerza: “¡Vénganse todo el auditorio!.
¡Vénganse todo el auditorio!. Porque si no va a parecer que es lo que está diciendo…”, gritó Noroña, mientras los alumnos pedían su expulsión. “¡Fuera!, ¡fuera!, ¡fuera!”.