León-. Vecinosde la colonia Obrera saben que en la casa que está en la esquina de la calle Bolivia y Sonora, era un salón de baile y un bar, que era propiedad de las hermanas Delfina, María de Jesús, Carmen y Luis Valenzuela, mejor conocidas, en todo México como las Poquianchis.
En la colonia obrera todavía se habla de ellas como una leyenda urbana del siglo pasado. Pero los vecinos dicen: "Esa era la casa, ahí era un saló, al fondo estaba la barra”. Una de las vecinas que las conoció dijo que eran mujeres amables y que regalaban dulces.
Todavía algunos vecinos del barrio las recuerdan porque conocieron a las hermanas Valenzuela cuando asistían a la casa de la calle Bolivia. Una de las vecinas, Doña juanita, recordó que cuando era niña las Poquianchis solían comprar pozole con Doña Vicenta, pero ella explicó a La Silla Rota que no eran como dicen, pues dice, eran mujeres buenas que no se metían con las personas.
Te podría interesar
Se dice entre los vecinos que tienen más tiempo viviendo en la colonia Obrera, que las muchas, que vivían en aquella casa, salían a cualquier hora, eso dijo Doña Juanita, pero si salían a la calle tenían que cubrir sus escotes, por lo que las mujeres tomaban las cortinas de tercio pelo de la casa y con eso se cubrían para salir a comprar de cenar con Doña Vicenta, lugar en el que Doña Juanita ayudaba a la señora a lavar platos.
“Ellas eran buenas, no se metían, con uno, las muchachas estaban ahí por gusto” explicó Doña Juanita
Era en esa cenaduría de la calle sonora en la que Doña Juanita conoció a las Poquianchis, mujeres que iban a los ranchos aledaños a León y Lagos de Moreno en busca de jovencitas, las convencían de trabajos bien pagados en la ciudad, así las engañaban, después las prostituían en alguno de sus burdeles, uno de ellos: la casa de la calle Bolivia.