Guanajuato, México.- El Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL), originado en 2014 en Guanajuato, México, ha destacado no solo por sus actividades delictivas, sino también por la notable participación de mujeres en su estructura operativa y financiera. Estas mujeres han desempeñado roles clave, desde la gestión de recursos hasta el liderazgo de la organización.
Una figura prominente es Karem Lizbeth Yépez Ortiz, alias “La Señora”, hermana de José Antonio Yépez Ortiz, conocido como “El Marro”, fundador del cártel. Tras la detención de “El Marro” en 2020, “La Señora” asumió el liderazgo del CSRL, consolidando su posición en el mundo del crimen organizado. Bajo su dirección, el cártel continuó sus actividades de robo de hidrocarburos, extorsión y narcotráfico en la región.
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Otra integrante destacada es Elsa Martínez Prieto, alias “La Güera”, considerada el cerebro financiero de la organización. “La Güera” ha sido vinculada a operaciones de lavado de dinero y a la administración de los recursos económicos del cártel, desempeñando un papel esencial en la sostenibilidad financiera del CSRL.
Norma Idalia N., conocida como “La Italiana”, también ha jugado un rol importante dentro del cártel. Como principal operadora de “La Señora”, “La Italiana” coordinaba la logística de las operaciones del CSRL, especialmente en actividades relacionadas con el robo y distribución de hidrocarburos. Su reciente detención en diciembre de 2024 representa un golpe a la estructura operativa de la organización.
La influencia femenina en el CSRL no se limita a estas figuras. Familiares directas de “El Marro”, como su madre y su hermana, han sido señaladas como piezas clave en la administración y operación del cártel. Estas mujeres han asumido papeles que van desde la gestión financiera hasta la coordinación de actividades delictivas y toma de decisiones dentro del cártel, demostrando la importancia de la participación femenina en la estructura del CSRL.
La participación de mujeres en el CSRL refleja una tendencia más amplia en el crimen organizado en México, donde las mujeres han asumido roles cada vez más activos y de liderazgo en organizaciones criminales. Esta dinámica desafía las percepciones tradicionales de género dentro de los cárteles y destaca la complejidad y adaptabilidad de estas estructuras en respuesta a las presiones internas y externas.
La historia del CSRL está marcada por la violencia y la confrontación con otras organizaciones criminales, como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), así como con las fuerzas de seguridad del Estado. A pesar de los golpes recibidos, incluyendo la detención de líderes clave, el cártel ha demostrado resiliencia, en parte gracias a la participación activa de sus integrantes femeninas, quienes han mantenido la continuidad de sus operaciones.
La reciente detención de “La Italiana” y la creciente presión de las autoridades plantean interrogantes sobre el futuro del CSRL y el papel que las mujeres seguirán desempeñando en su estructura. Mientras tanto, la influencia femenina en el cártel continúa siendo un factor determinante en su funcionamiento y en la dinámica del crimen organizado en el estado.
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