Celaya, Guanajuato.- La Secretaría de Seguridad y Paz del estado de Guanajuato ha iniciado una investigación interna tras la circulación de un video en redes sociales donde presuntamente aparece un elemento de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado.
En el material audiovisual se evidencian actos realizados por policías municipales que, según la dependencia, no se alinean con los principios y valores del Gobierno de la Gente. En el vídeo se muestra a los policías forzando a los detenidos a golpearse y luego a besarse entre si.
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A pesar de que el video corresponde a un periodo anterior al ingreso del presunto implicado a la corporación, y de que no se ha confirmado su identidad ni participación directa, la Secretaría ha tomado la situación con seriedad. Por ello, ha ordenado una investigación exhaustiva para esclarecer cualquier posible responsabilidad.
La dependencia subrayó que estas conductas son inaceptables y contrarias a su misión de proteger la integridad de los ciudadanos bajo el respeto estricto a los derechos humanos. En caso de comprobarse la participación del involucrado, se impondrán las sanciones legales correspondientes.
La Secretaría de Seguridad y Paz reitera que estas conductas son absolutamente inaceptables y contrarias al espíritu y valores de esta institución, cuya misión es proteger la integridad de las y los guanajuatenses en estricto apego a los derechos humanos.
La Secretaría reafirmó su compromiso con la transparencia y la justicia, subrayando que en el Gobierno de la Gente no hay cabida para acciones que debiliten la confianza ciudadana. Reiteraron su enfoque en construir una seguridad basada en el respeto a la dignidad y derechos de todas las personas.
En los últimos días, ha circulado en redes sociales un video que muestra a policías municipales de Celaya, Guanajuato, cometiendo actos de abuso de autoridad. En las imágenes, los oficiales humillan y agreden físicamente a dos hombres detenidos, obligándolos bajo amenazas a besarse en la boca, tocarse los glúteos y pelear entre sí. Los policías también propinan golpes directos a los detenidos, incluyendo bofetadas y patadas, mientras se escuchan risas y burlas por parte de los agresores.
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