Xichú, Guanajuato.- En su libro “Cerros Abuelos”, Eliazar Velázquez Benavídez documenta cómo se llevaban a cabo los sepelios en Xichú anteriormente, específicamente a principios del siglo pasado. La fotografía titulada “Sepelio de una mujer fallecida en el parto” muestra cómo trasladaban el cuerpo de una mujer fallecida en el parto, amarrada a una camilla hecha de palos, por la Sierra Gorda.
La tradición de celebrar el Día de Muertos en México viene desde muchos siglos atrás; sin embargo, independientemente de esta fecha, en cada lugar se han desarrollado formas y rituales específicos para honrar la memoria de los seres queridos y despedirlos dignamente.
El libro “Cerros Abuelos” de Ediciones La Rana permite echar un vistazo a este tema, cuando al morir una persona en Xichú, los allegados al difunto debían improvisar una camilla con palos y cuerdas, y la trasladaban hasta la capital de Guanajuato a través de las inclemencias de la Sierra, pues no había autos ni otros medios de transporte.
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El viaje, que tomaba alrededor de 4 o 5 horas, se realizaba entre varios vecinos y familiares, quienes además de acompañar al difunto, se rolaban para cargar la camilla. La fotografía fue llamada “Sepelio de una mujer fallecida en el parto” debido a que inmortaliza un caso de esta tradición, en el que tras dar a luz, una mujer perdió la vida.
La foto es recordada en el marco del Día de Muertos, pues desde antaño, la muerte es honrada y conmemorada en Guanajuato; por ello, el libro muestra la manera en la que sin importar las limitantes, las personas encontraban la forma de dar un último adiós a los difuntos.
FN