Guanajuato-. Existe una planta que le llaman algodoncillo tropical y a las orugas de mariposa monarca les gusta alimentarse de sus hojas, pero lejos de ayudar a las mariposas, es una amenaza porque les transmite un parásito que perjudica su ciclo de vida. Y el algodoncillo crece en algunos jardines de la ciudad de León y del estado.
Un conjunto de organizaciones e instituciones estatales y parques ecológicos, en diferentes del estado del país, entre ellas la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial de Guanajuato, están promoviendo que se debe evitar el uso de Asclepias curassavica para su producción y siembra en México.
Se documentó que el algodoncillo tropical (Asclepias curassavica) transmite el protozoario parásito Ophryocystis elektroscirrha (OE), por lo que a la mariposa monarca le resta tiempo y calidad de vida, sobre todo cuando son adultos, también evita que el capullo eclosione y las mariposas que lo logran presentan malformaciones en las alas, por lo que les impiden volar.
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El algodoncillo es nueva amenaza y afecta a la migración de la Monarca y esta se refiere al aumento en el uso de la planta conocida como “asclepia tropical o venenillo” (Asclepias curassavica), lo cual tiene implicaciones negativas para la migración de la Monarca.
Este parásito resta la capacidad reproductiva de los adultos y puede poner en riesgo a las poblaciones migrantes al aumentar la probabilidad de infección, mientras que la prevalencia de OE es más alta en poblaciones de Monarcas residentes donde hay Asclepias curassavica presente.
La Asclepias curassavica es perene y por lo tanto está presente en épocas del año en las que otras especies de algodoncillos nativos no están, lo que promueve que las Monarcas se reproduzcan durante los períodos de migración e invierno, afectando así su ciclo anual migratorio.