CLIMA, GUANAJUATO

Jalpa de Cánovas sin turistas: huyen del calor y se olvidan de los paseos de fin de semana

El pronóstico del clima en el celular marca 37 grados centígrados. El hielo de los raspados se derrite y en la plaza principal de Jalpa de Cánovas a penas unas personas se animan a descansar debajo de un árbol

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Pareciera lunes a medio día en Jalpa de Cánovas, a parte de los pocos comensales en el restaurante Las Golondrinas y unas cuantas personas que, acaloradas, se sientan en la plaza principal a tomarse un helado o un raspado, el pueblo mágico luce solo. El turismo prefirió quedarse en casa o ir a un lugar con aire acondicionado en sus ciudades a exponerse a los golpes de calor.

La calle principal luce casi vacía. Son las 3:00 de la tarde y él sol está haciendo arder el pueblo mágico. En la vitrina de la frutería donde colocaron varios vasos con fruta picada solo queda uno asolado sobre una cama de hielo que se derrite rápidamente. Lo que quedó de los hielos para enfriar la fruta solo es un charco de agua caliente en el suelo.

En la plaza principal, el gobierno municipal de Purísima del Rincón colocó unas tiritas de colores para que bailaran con el viento, pero esa tarde a penas se movían. Si es que se sentía alguna ráfaga, era solo de aire caliente que, lejos de aliviar el calor, incrementaba la sensación térmica.

Adentro la plaza principal, los pocos turistas y habitantes de Jalpa de Cánovas que ahí se encontraban se amontonaban en un puesto de raspados al que ya se le estaba acabando el hielo mientras sacaban sus monedad y billetes con anticipación para tomarse su bebida helada inmediatamente.

Crédito: La Silla Rota

Formados frente quiosco 3 jinetes ofrecían viajes a caballo por el pueblo, pero después ser ignorados durante unos minutos por la gente que buscaba desesperadamente la sombra de un árbol para refugiarse de los rayos del sol, se marcharon resignados.

En las bancas algunos habitantes y turistas se sentaban estirando en ocasiones el cuello por si acaso una ráfaga de viento llegaba a refrescarlos. Los que traían un helado se lo comían lentamente alargando un poco la sensación de frescura antes de que desapareciera con el último mordisco.

Esos eran los pocos turistas en Jalpa la tarde del domingo. En el único puesto de helados en el quiosco, el vendedor decía: “Es que es el calor, desde que empezó a sentirse mucho calor se siente más vacío”.

El pronóstico del clima en el celular marca 37 grados centígrados. 

Crédito: La Silla Rota

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