Abasolo.- Lo que sería una oportunidad de rehabilitación para Miguel Ángel Valencia, y la esperanza de sus familiares de que por fin dejaría las adicciones al alcohol y las drogas, fue finalmente la muerte del joven, a quien asesinaron a golpes dentro del “anexo” donde recién lo habían internado.
El pasado 24 de marzo, dos “padrinos” J. Jesús y José Baltazar, representantes de un centro de rehabilitación ubicado en la colonia Vicente Guerrero, de Abasolo, acudieron al domicilio de Miguel Ángel, en la colonia Las Margaritas, a petición de los familares de este, para llevárselo a internar.
Tenían la esperanza de que el joven se alejara de las adicciones, que tantos problemas le ocasionaban a él y a la familia, así que la opción era someterlo al tratamiento.
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Ese mismo día, al llegar a lo que sería su hogar temporal, lo primero que le harían a Miguel Ángel era darle un buen baño y un corte de cabello; esto último lo molestó al grado de que comenzó a tirar golpes a los compañeros que le daban el servicio de peluquería.
Eran las 20:30 horas de ese viernes 24 de marzo. El “pardino” J. Jesús ordenó a José Baltazar y a un menor también anexado que “corrigieran” a Miguel Ángel, entonces lo subieron a un tercer piso del inmueble y lo golpearon, causándole lesiones internas que le provocaron la muerte.
Luego de la golpiza lo llevaron de regreso a su casa en un automóvil, diciendo que había sufrido una caída accidental y que eso le habría ocasionado la muerte.
Las investigaciones por parte de la Fiscalía General del Estado de Guanajuato condujeron al esclarecimiento de los hechos y, una vez que se determinó lo que había pasado luego de entrevistar a varios testigos, se logró determinar la presunta responsabilidade J. Jesús y de José Baltazar, quienes fueron capturados con orden de aprehensión y puestos a disposición de un juez penal para que enfrenten el proceso correspondiente por el delito de homicidio.
CV