Irapuato.- Pretendieron hacerlo pasar como una fuga, para justificar que el interno no estuviera en el anexo. Al investigar, agentes ministeriales descubrieron que el personal del centro de tratamiento de adictos había matado a golpes a Braulio, y luego tiraron su cuerpo en un lugar despoblado.
Hoy se cumple un año de que aquel crimen fuera esclarecido por la Fiscalía de Guanajuato, en una investigación que puso al descubierto la atrocidad con que era manejado ese establecimiento, y los castigos a sus “pacientes” por parte de los encargados.
Ese 27 de febrero de 2022, agentes investigadores aprehendieron mediante orden judicial a Claudia Griselda, Juan Diego, Leonardo Nazario, Jonathan Misael, Moisés y Víctor Armando, bajo cargos de homicidio simple.
La captura se dio en seguimiento a una investigación que comenzó, por una parte con el reporte de una persona no localizada. Era un interno de un anexo y su padre reportó que al ir a preguntar por él le dijeron que ya no estaba en el lugar, pues presuntamente habría escapado brincándose por una barda.
Otra investigación era una iniciada el 31 de enero anterior, tras el hallazgo de restos humanos en un camino de terracería en Cerrito de Huertas, con signos de violencia.
Buscaba a su hijo
Un hombre originario de Acayucan, Veracruz, llegó el 1 de febrero a buscar a su hijo al centro de atención contra las adicciones La Nueva Esperanza, en la calle Frida Kahlo de la colonia Fonhapo. Le dijeron que Braulio Omar había escapado y no sabían nada de él.
Así, el padre fue a denunciar la supuesta desaparición del joven ante las autoridades.
En el Ministerio Público atendieron el reporte y registraron las características del hombre presuntamente extraviado.
Hallazgo en terracería
A las 15:30 horas aproximadamente, del 31 de enero de 2022, personas que pasaban por un camino solitario en la colonia Cerrito de las Huertas encontraron el cadáver. Era un desconocido, a quien se le veían muchos golpes en el cuerpo, con el rostro hinchado y ensangrentado.
El cadáver fue enviado al Semefo, donde se registró que sus características coincidían con las que proporcionó el papá de Braulio. La identificación se formalizó cuando el señor fue a reconocer el cuerpo en la morgue.
A partir de eso comenzaron las investigaciones sobre lo sucedido, arrojando detalles sobre los hechos, y que al interrogar al personal de La Nueva Esperanza se descubrió que estaban relacionados con la muerte del joven.
Aclaran el asesinato
En la investigación, los agentes ministeriales lograron conocer que el día de los hechos, aproximadamente a las 14:00 horas, Braulio Omar fue abordado por cuatro de los sentenciados, quienes lo llevaron hasta una oficina donde se encontraban Claudia Griselda (encarga del anexo) y Juan Diego. Ahí el ofendido fue golpeado por todos los implicados y esto le produjo la muerte.
En contubernio, los agresores sacaron el cadáver del anexo y lo trasladaron en una camioneta Chrysler Caravan hasta un camino de terracería que conduce a la comunidad de Cerrito de las Huertas, donde lo abandonaron.
Ese mismo día, la Fiscalía General del Estado tuvo conocimiento del hallazgo del cadáver de Braulio Omar, quien presentaba lesiones en la cabeza, a nivel de zona temporal y nasal.
Días después, justamente el 27 de febrero del año pasado, agentes de investigación detuvieron a los inculpados y estos fueron presentados en audiencia inicial, donde un fiscal les imputó por el delito de homicidio simple en calidad de coautores materiales, por lo que el juez determinó someter a todos a un proceso penal.
Antes de llevar a cabo la audiencia de juicio oral, los imputados aceptaron su participación en el crimen y solicitaron la interrupción de su proceso penal a fin de que fueran determinadas las sentencias correspondientes por los actos cometidos.
Los seis imputados compurgarán una condena de cárcel de ocho años cada uno, y pagarán una cantidad monetaria por la reparación del daño causado a la víctima directa e indirecta.
Cv