JUSTICIA

Nexos políticos y empresariales: la historia de los sentenciados por “regalo bomba” en Salamanca

Eduardo Ramírez es hijo de un expresidente municipal y exdiputado, y hermano de un exregidor; el crimen fue porque habían dado 1 millón de pesos para asociarse en un negocio del que luego fueron relegados

Eduardo y Georgina, sentenciados a 114 años y 9 meses de cárcel.
Eduardo y Georgina, sentenciados a 114 años y 9 meses de cárcel.Créditos: Especial
Escrito en GUANAJUATO el

Salamanca.- Eduardo Ramírez Flores y su esposa Georgina, sentenciados a más de 114 años de cárcel por haber asesinado a 2 personas y causado lesiones permanentes a otras 5, son una pareja con relaciones en el ámbito político y empresarial de la región de Salamanca, Cortazar y Valle de Santiago.

Eduardo es hijo de Baldomero Ramírez Escamilla, quien fue diputado local por el PRI en la 59 legislatura del Congreso del Estado.

Baldomero también fue presidente municipal de Acámbaro, en la administración 1983-1985.

Además, un hermano de Eduardo, Romeo Ramírez Flores, era regidor en el Ayuntamiento de Valle de Santiago en el periodo 2018-2021, es decir que se mantenía en el cargo cuando ocurrió el atentado con bomba por el que fueron procesados y juzgados Eduardo y Georgina.

La sentencia de 114 años y 9 meses fue emitida apenas el martes 15 de abril por el juez. El crimen fue cometido en septiembre de 2021, y la Fiscalía de Guanajuato aportó todas las pruebas incriminatorias.

 

Conexión en negocios

Eduardo no heredó el gusto por la política, por lo que junto con con su pareja Georgina se enfocó en el servicio de alimentos y bebidas en dos centros botaneros en Valle de Santiago, en donde vivían.

Asimismo, entraron al negocio de la producción agrícola, con la siembra de diversos cultivos.

Tratandode ampliar su actividad empresarial, Eduardo y Georgina se asociaron con el empresario Mauricio Salvador Romero Morales, gerente del restaurant bar Barra 1604, en la avenida Faja de Oro en Salamanca, a quien entregaron una fuerte cantidad de dinero, presuntamente 1 millón de pesos, para que los integrara como accionistas, pero la sociedad no llegó a buenos términos.

Otro socio era Mario Alberto Hernández Cárdenas, quien sí permaneció en el negocio junto con Romero Morales.

Al ver frustrada la sociedad y no poder recuperar su dinero, Georgina y Eduardo comenzaron a planear la venganza. No había documentos firmados, así que no podían proceder por la vía legal.

Lo que hicieron fue mandar una caja con explosivos al establecimiento.

De acuerdo con los datos obtenidos por la Fiscalía de Guanajuato, Georgina y Eduardo comenzaron sus operaciones desde la ciudad de Cortazar, a media hora de Salamanca. No se dijo desde dónde arribaron a ese lugar el día del atentado, pero llegaron a bordo de una camioneta roja, tipo estaquitas, la cual fue estacionada en inmediaciones de la ciudad.

De ahí, Eduardo fue hacia la Central Camionera de Cortazar para pedir un taxi con el cual regresó a la calle 5 de Mayo, donde estaba Georgina. Ambos cargaron el paquete al taxi Tsuru verde y se dirigieron hacia Salamanca en un trayecto de poco más de 30 kilómetros.

Llegaron a la colonia Constituyentes, que está 12 kilómetros del restaurante. Desde ahí, Georgina solicitó un servicio de mototaxis, contactando a uno de los conductores de reparto por motocicleta.

La mujer le dio instrucciones precisas al mensajero para su entrega en el restaurante bar Barra 1604, a donde el repartidor debía preguntar por el dueño, Mario Alberto Hernández Cárdenas. Ella dijo que se debía tener cuidado con el regalo y pagó por el servicio.

Entre las 19:15 horas, los repartidores (el trabajador y un acompañante que llevaba en la moto) llegaron al local y cumplieron las instrucciones al pie de la letra sin saber que cargaban una bomba casera. Pero el primero en salir fue el gerente, Mauricio Salvador Romero Morales, acompañado de otras personas. Todo parecía normal, alguien había enviado un regalo por el cumpleaños del dueño Mario Alberto, quien celebraba con sus invitados.

Hernández Cárdenas se aproximó a la zona de estacionamiento del restaurante, donde estaban los mensajeros, y abrió la caja de madera. Enseguida ocurrió la detonación a distancia que dejó los cuerpos sin vida de los socios del restaurante, tendidos sobre el asfalto y la calle. Esquirlas y partes humanas volaron alrededor. 5 personas, incluido el conductor de la moto, resultaron lesionados por el ataque.

 

Los políticos

 

Baldomero Ramírez Escamilla, padre de Ramírez Flores, fue diputado por el Partido Revolucionario Institucional y años después se incorporó a las filas del Partido de la Revolución Democrática, en donde estableció una relación cercana con Hugo Estefanía Monroy, exlíder estatal de ese partido y exalcalde de Cortazar, quien fue asesinado en diciembre de 2020. Actualmente Ramírez Escamilla se encuentra alejado de la política.

El hermano de Eduardo, Romeo Ramírez Flores, terminó su periodo como regidor en Valle de Santiago, cargo al que llegó mediante el PRD.

En el momento de la detención de los acusados y hoy sentenciados, la entonces secretaria de Gobierno, Libia Denisse García, dijo que sería la Fiscalía de Guanajuato la que determinara si el padre y el hermano del acusado serían investigados por alguna posible conexión con el crimen, cosa que finalmente no ocurrió.

En cuanto a los familiares de Georgina, estos en todo momento sostuvieron que la mujer nada tenía que ver con el crimen.

 

cv