León-. El arrullar y el acostar al Niño Dios es una tradición que cada 24 y 25 de diciembre se realiza con fervor en los hogares y las misas de los templos en la ciudad, sin embargo, para algunos, es una costumbre que se pierde, para otros no debería perderse.
En León se realiza la costumbre de arrullar al niñito Jesús, se hacen las posadas en las colonias y barrios y el festejo del 24 de diciembre, y el 25 la navidad, pues en este acto simbólico el del arrullo, dice María de los Ángeles Hernández: “Es reconocer todo lo que vino a darnos y porque nosotros también queremos tenerlo en nuestro corazón”.
Para María de Los Ángeles Hernández, creyente católica, explicó que el arrullo de la figura de Cristo de Nazaret es algo que se está perdiendo: “Desgraciadamente muchas familias ya no quieren sacar ni rezos, ni de posadas, misa y menos del Niño Dios, hay algunas personas que me han dicho y ese monito quién es, suena feo y triste porque ya no ven al Niño Dios como lo que es”.
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“Los valores han cambiado, nos hemos hecho apáticos, se ha perdido la fe, nada más nos decimos de membrete, no lo decimos de corazón” expresó María de Los Ángeles Hernández
Una tradición que reúne a la familia
Para Andrés de Jesús Torres Salas, padre de la Parroquia de Santiago Apóstol, dijo que la tradición no se pierde repentinamente: “Que se pierda así de repente no, de todos modos, siempre son tradiciones muy arraigadas, es algo que sobre todo que reúne a la familia”.
“Esta tradición del niño que viene a ser para todos de esperanza, de unidad en medio de las circunstancias tan difíciles de tanta violencia, sin embargo, por muy malo que sea la persona, de todos modos, Dios nos ha hecho en el fondo buenos” expresó el padre Andrés de Jesús Torres Salas
Para María de los Ángeles Muñoz el arrullamiento del niño Dios es el sentir es algo que se lleva adentro en el corazón, dijo: “Así como es la navidad que nace el niño, se siente alegría y cuando muere se siente tristeza, la resurrección es también alegría”.
María dice que es una costumbre que jamás se debe de olvidar: “Nos da alegría, es el salvador y no es ningún cuento. Antes que ser una tradición debe ser una devoción, no es ninguna fantasía, es la salvación que nuestro señor nos da”.
“Se está perdiendo un poquito, pero gracias a Dios todavía seguimos asistiendo a todos estos eventos bonito, que es el arrullamiento del niño que nace hoy” dijo Alejandro Flores Patiño
José Genaro de Jesús de 84 años que para los leoneses es un acto de devoción que se ha ido perdiendo: “Podemos decir que pocos participamos, pero se debe tener fe para conmemorar a nuestro señor Jesús y su nacimiento”.
“Primeramente Dios no se tiene que perder porque viene de arriba, aunque uno quiera perderla no se pierde, por costumbre de la gente que poco a poco se fue olvidando, pero como nuestro Señor Jesucristo vino no se debe de perder y no se va a perder” Dijo José Genaro de Jesús