Pénjamo.- De forma milagrosa se salvó de morir un automovilista, la tarde de este viernes, en la carretera Pénjamo-Abasolo. La valla metálica de contención que resguarda el carril de alta velocidad prácticamente atravesó su coche, pasando a centímetros del cuello del conductor.
Todo ocurrió alrededor de las 18:30 horas sobre la carretera federal 1110 a la altura de la Universidad Politécnica de Pénjamo.
El automovilista Ulises, de 37 años, en presunto estado de ebriedad manejaba un Honda Accord de modelo viejo, vehículo internado ilegalmente en el país bajo el amparo de placas de una pseudo agrupación de campesinos. La condición de embriaguez fue informada por los elementos de la Guardia Nacional que atendieron el percance.
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Ulises, originario de Abasolo, se dirigía a su domicilio en ese domicilio cuando salió del camino, apenas un metro fuera del carril izquierdo y hacia la cuneta, pero un extremo del guardarraíl entró por la ventanilla izquierda y prácticamente toda la valla atravesó el automóvil, saliendo por la parte trasera. Botó el vidrio y la cajuela, y pasó a centímetros del cuello y la cabeza de Ulises, quien sufrió lesiones por la intempestiva forma en que su coche se detuvo, pero no fue tocado por la barrera metálica.
Paramédicos del grupo Oximedic auxiliaron al automovilista, quien fue llevado a un hospital en Pénjamo. Iba en calidad de detenido, pues de acuerdo con los elementos de la Guardia Nacional división Caminos, es probable que enfrente cargos por los daños a la infraestructura carretera federal y por conducir en estado de presunta embriaguez.
cv