León, Guanajuato.- Sobre el Libramiento José María Morelos, justo en la esquina con Hermenegildo Bustos, un enorme estuche de nostalgia sobresale en medio del gris urbano. Es imposible no voltear. La fachada del negocio parece una grabadora gigante, con sus bocinas redondas, sus botones, sus caseteras dibujadas y sus detalles meticulosamente pintados. La lluvia resbala sobre el cristal mientras los autos pasan, pero ahí permanece firme: una invitación directa a regresar al pasado.
Un reportero de La Silla Rota Guanajuato descubrió este lugar casi por casualidad. Al entrar, el sonido del agua golpeando la banqueta se mezcla con el aroma a cartón viejo y plástico, mientras estantes repletos de vinilos, cassettes y CDs esperan ser explorados. El sitio se llama Foro 33 1/3, un nombre que remite a la velocidad clásica a la que gira un disco: 33 revoluciones por minuto.
“Este lugar nació porque queremos recuperar la cultura de escuchar música en formato físico. Sentimos que se ha perdido. Hoy los artistas lanzan diez canciones por semana y parece que ya no hay ese cuidado, ese respeto por la música”, dice Paul Hidalgo, gerente de la tienda.
Foro 33 1/3 lleva ocho años de vida, aunque no siempre estuvo en este rincón. Antes, el negocio vibraba en la calle Madero, donde, además de vender discos, ofrecían noches de vinil en un bar adjunto. “En el bar teníamos DJs, pero era regla: sólo con vinil. Llegamos a tener artistas como Kenny Los Eléctricos y hasta Rubén Albarrán de Café Tacuba con su DJ set”, recuerda Paul con orgullo.
Pero la pandemia los obligó a cerrar. Ocho meses de puertas cerradas los empujaron a comenzar de nuevo. Ahora, en este nuevo punto del libramiento, están reconstruyendo su comunidad.
La fachada, esa gigantesca grabadora que hoy se alza sobre el edificio, no siempre estuvo ahí. “La pusimos hace dos o tres semanas. La idea era llamar la atención, pero también que la gente entienda que aquí todo es físico. Aquí no vas a encontrar nada digital”, explica Paul. Y el impacto ha sido inmediato. La gente que pasa por el boulevard no puede evitar detenerse, tomarle fotos o entrar, intrigados por lo que hay dentro.
Foro 33 Untercio no es sólo un lugar para melómanos de antaño. Aquí llegan desde niños de ocho años hasta adultos mayores. “Muchos creen que esto sólo es para gente grande, pero tenemos clientes de todas las edades”, dice Paul.
El gerente también comparte consejos para los nuevos coleccionistas. Recomienda empezar con una tornamesa sencilla, de las que se pueden conseguir desde $1,000 pesos en plataformas digitales, antes de invertir en equipos más sofisticados que pueden costar hasta $40,000 pesos.
El amor por el vinil no siempre tiene que ver con escucharlo. “Hay quienes sólo lo compran por coleccionar. Y hay discos que valen hasta $20,000 pesos porque en su momento se hicieron pocas copias”, cuenta Paul mientras acomoda algunos LPs.
El nombre del lugar, explica, es un homenaje a esa velocidad mítica de reproducción. “El ‘Foro’ viene desde la Madero, cuando cada ocho días había música en vivo. Decidimos mantenerlo.”
Hoy, en medio de la lluvia, la tienda sigue sonando. Un rincón donde la música no es fugaz, no es un archivo que se borra. Aquí la música pesa, ocupa espacio y tiene alma. Y mientras la gran grabadora en la fachada sigue girando cabezas, adentro, los discos siguen girando corazones.
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