TRADICIONES DE LEÓN

Piden a San Nicolás de Tolentino por sus seres amados y bendicen los panecitos

Fue el día de celebración de San Nicolás de Tolentino, las calles del Barrio Arriba se vieron repletas de decenas de panecillos

Escrito en GUANAJUATO el

León-. El Beato Jordán de Sajonia relató que San Nicolás Tolentino un día cayó gravemente enfermo y que la Virgen María se le apareció pidiéndole que tomara un pan mojado en agua, milagrosamente se curó; el milagro se compartió hasta nuestros días en León y los leoneses acuden al templo a mojar sus panecitos y pedir al santo alguna enmienda en especial.

“¡3 por 20! Pásele por sus panecitos ¡4 por 25!” gritaban las panaderas y pronto llenaban los canastos con sus pinzas, los devotos a San Nicolás Tolentino se dispusieron a entrar en silencio a la parroquia en Barrio Arriba.

Allí al pie del atrio y frente a la estatua de San Nicolás Tolentino con los brazos abiertos, estaba María Elena Morales que fue a pedir favor al santo por sus dos hermanos que están California, Estados Unidos; recordó el pasado con ellos: “Estaban en este templo de chiquillos, apoyando al padre y todo eso, cuando vienen el templo está cerrado, pero ya tienen ratito que no vienen para acá para León, años, pero bueno primero Dios que algún día puedan estar aquí un 10 de septiembre que está abierto”.

María Elena pidió por sus hermanos que trabajan en Estados Unidos

A los panecitos de Jacqueline les cayó el agua bendita desde el hisopo que el monaguillo batió sobre los canastos repletos de donas, conchas y polvorones, ella pidió por su hermano que está en enfermo y una pieza de pan es para él, dijo: “Es algo muy bonito y muy tradicional”. Añadió que “De mucho milagro tuve la oportunidad de bendecirlo, soy de aquí del barrio”.

Jacqueline pidió por su hermano

Sarahí estaba fuera de la parroquia de San Nicolás, ya había iniciado la misa y los feligreses con sus canastos escuchaban la voz del párroco, que ya oficiaba la misa, y se escuchaba desde un altavoz haciendo eco hasta los puestos en donde se comerciaban los panecillos; ella pide especialmente por su familia.

Sarahí pidió por su familia

“Es un momento con familia, empalagarte de pan, más que nada seguir con la tradición. Por mi familia, la salud la unidad y que proteja a los más vulnerables, los mayores, mis abuelos, los enfermos, por todas las personas que conozco que la necesitan y las que no” compartió Sarahí que llevaba una pequeña canasta de pan para ser bendecida.

Cada año se bendice el pan, los leoneses acuden con devoción, porque para ellos la tradición es compartir las piezas de pan en la mesa entre familia, asisten a la parroquia con el alguien en el pensamiento y pedir por ese ser amado o por lo demás.